LD (R. Colomer) En paralelo a la pelea por obtener el compromiso de los 796 superdelegados, decisivos para desempatar la ajustada carrera demócrata se une la batalla iniciada por Hillary Clinton para conseguir los delegados de Florida y Michigan anulados después de que los dos estados adelantasen las elecciones sin el consentimiento del aparato del partido.
Pese a que en octubre la ex primera dama declaró en una radio pública de New Hampsire en referencia a las primarias de Michigan: “Está claro, estas elecciones que vamos a tener no van a contar para nada”; meses más tarde y a tenor de la discutida nominación demócrata ha optado por cambiar de discurso. Hillary Clinton ganó en ambos estados.
En la Cámara de Comercio Hispano de Washigton, la senadora por Nueva York dijo: “Si eres un votante de Florida o Michigan, sabes que nosotros debemos contar con tu voto. Cerca de dos millones y medio de americanos de estos dos estados que han participado en las elecciones primarias están bajo el peligro de quedar excluidos de nuestro proceso democrático, y yo creo que es un error”.
Si su contrincante Barack Obama utiliza el voto popular para acreditar su ventaja frente la ex primera dama, Hillary Clinton acude a ese mismo imperativo para obligar al senador de Illinois a que se sume a su petición de validar los votos de uno de los estados más poblados como es el caso de Florida.
“Espero que el senador Obama me acompañe en el trabajo para hacer que esto (la aceptación de los votos de Florida y Michigan) ocurra. Creo que no es una solución partisana asegurarnos que esos votos cuenten”.
Antes de que Hillary Clinton pronunciase el discurso, su jefa de campaña, Maggie Williams, según informa el New York Times, envió una carta a su homólogo en el equipo de Barack Obama, David Plouffe, para pedirle que cooperasen en que Florida y Michigan tengan voz en la convención de Denver.
La idea de la senadora de Nueva York es validar las primarias o convocar una nueva cita pero esta vez electrónica lo que tampoco despierta un gran entusiasmo. El jefe de la campaña de Obama dijo a la prensa que “hay preocupaciones clave en una elección por internet”. Plouffe considera que es realmente complicado garantizar una elección segura por la red, aunque tampoco dio un no contundente por respuesta.