L D (EFE) En un comunicado difundido poco antes del anuncio de Hezbolá, el Ejército aseguró que el frenar las medidas de Siniora se amparaban bajo su intención de tratar el asunto de la red de telecomunicaciones de tal forma que ni el Estado ni Hezbolá saliesen perjudicados. Sin embargo, el propio presidente dijo en un discurso a la nación que ninguna de las dos decisiones era oficial todavía, poniendo su aprobación final en manos del Ejército.
Por otro lado, las Fuerzas Armadas libanesas también instaron en su comunicado a los terroristas que siguen en las calles del país a que vuelvan a sus casas y a que reabran las carreteras cortadas durante la crisis. La intervención del Ejército ya ha recibido la aprobación del líder de la mayoría parlamentaria anti-siria, Saad Hariri, y del Partido Socialista Progresista del dirigente druso Walid Yumblat.
El ministro de Telecomunicaciones, Marwan Hamade, aseguró que lo expresado por el Ejército está en conformidad con la iniciativa de Siniora, y ahora "sólo resta ver si Hezbolá respeta la decisión y retira a sus hombres de la calle".
El Gobierno libanés decidió el pasado martes acabar con la red telefónica de Hezbolá y destituir al responsable de seguridad del aeropuerto, Wafic Chucair, algo que el grupo chií consideró como "una declaración de guerra". Esas decisiones están consideradas como el detonante de los violentos enfrentamientos que sacuden el Líbano desde el pasado miércoles, en los que ya han muerto al menos 27 personas y más de 100 han resultado heridas.
El Gobierno libanés decidió el pasado martes acabar con la red telefónica de Hezbolá y destituir al responsable de seguridad del aeropuerto, Wafic Chucair, algo que el grupo chií consideró como "una declaración de guerra". Esas decisiones están consideradas como el detonante de los violentos enfrentamientos que sacuden el Líbano desde el pasado miércoles, en los que ya han muerto al menos 27 personas y más de 100 han resultado heridas.