LD (EFE) Abú Mazen e Ismail Haniye han aceptado que el Gobierno de Arabia Saudí medie para acabar con los enfrentamientos que desde el jueves pasado han dejado veintisiete muertos entre civiles y terroristas de Hamas y Al-Fatah. De momento se desconocen más detalles del ofrecimiento saudí para emprender conversaciones destinadas a la reconciliación, cuando la grave crisis entre los grupos armados, que reflejan las divergencias políticas e ideológicas entre los islamistas de Hamas y los nacionalistas de Al-Fatah, se halla a un paso de la guerra civil.
Durante la jornada de este domingo murieron al menos seis terroristas y veinte resultaron heridos. Además, ha sido secuestrado el comandante de la seguridad nacional palestina en la zona central de la franja de Gaza, brigadier general Sayed Shaban, leal al presidente Mazen. El alto mando fue capturado por miembros de Hamas que lo liberaron poco después.
Los choques armados se centraron en el barrio de Seyaiye, en la ciudad de Gaza y en la localidad de Jan-Yunes, al sur, dijeron fuentes de la seguridad palestina. En la localidad de Beit-Hanun, al norte de Gaza, milicianos de Hamas atacaron con explosivos las oficinas de Al-Fatah, aunque de momento se no se ha informado de víctimas.
En medio de la violencia, una delegación del Gobierno egipcio en la ciudad de Gaza también procuraba conseguir un alto el fuego entre los bandos, que en las últimas horas se mantuvieron en calma tras el llamamiento saudí. Los funcionarios de El Cairo transmitieron a sus representantes un mensaje del general Omar Soleimán, jefe de los servicios de seguridad de Egipto, y habitual mediador entre las facciones y la ANP, y entre esta y el Estado de Israel.