L D (EFE) Es la primera grabación del joven cabo desde que fue capturado por tres milicias palestinas hace este lunes un año. "Soy el soldado Guilad Shalit, cautivo de las Brigadas del Mártir Izadin Al-Kasam", afirma el militar al iniciar la grabación, en la que asegura que su "estado de salud se está deteriorando" y necesita "tratamiento en un hospital".
En este documento grabado y distribuido por los terroristas, Shalit lamenta que "el Gobierno y el Ejército israelíes" no se hayan "interesado" en su caso y hayan "ignorado" las demandas de los terroristas para su liberación. "No soy un narcotraficante", agrega. Dada las pésimas condiciones en las que se encuentra no se puede descartar que haya sido obligado a pronunciarse en esta dirección.
"Tengo una gran esperanza en que mi Gobierno cuide de mí y atienda a las demandas de los muyahidines", sostiene.
En uno de los momentos se dirige a su "papá, mamá, hermanos y hermanas" y a sus "colegas en el Ejército israelí". Justo después aboga porque los "miles de presos palestinos" también puedan, como él, reunirse algún día con sus padres.
Shalit, coaccionado
El padre de Shalit, Noam, aseguró que las declaraciones de su hijo parecen efectuadas bajo coacción. "Supongo que es igual que la carta que le dictaron y no refleja su verdadero estado de ánimo", aseguró al canal 2 de la televisión israelí.
Por su parte, el ministro de Defensa, Ehud Barak, interpretó la grabación como una prueba de que Hamas es la organización responsable del futuro de Shalit.
Previamente, un portavoz de las facciones de Hamas dijo que Shalit está vivo y en buen estado de salud. "Hamas, el Comité de Resistencia Popular y el Ejército del Islam siguen firmes en sus demandas de canjear al soldado por un número de prisioneros palestinos", indicó el portavoz Abu Mujahed.
Y avanzó partes del discurso del soldado secuestrado que después se difundiría por la red. Exigió, en este sentido, "la liberación de líderes, mujeres, niños, enfermos, ancianos prisioneros y de aquellos condenados a largas sentencias".
Este anuncio se produce cuando se cumple el primer aniversario de su secuestro. Hamas capturó al soldado en un asalto a una base militar ubicada a unos metros de la frontera entre Israel y Gaza. Poco después y tras la retención forzosa de otros dos soldados más, pero esta vez por las fuerzas de Hezbolá (contectadas con Hamas en su lucha islamista) se inició la Segunda Guerra del Líbano.
Así las cosas, el portavoz palestino acusó al gobierno israelí de impedir cualquier avance en la liberación de Shalit, al no ceder a su chantaje.