LD (Agencias) El Consejo por el Movimiento No Alineado (NOAL), que agrupa a 114 países, solicitó a la Secretaría General de Naciones Unidas que celebrara una sesión abierta para que varias naciones pudieran expresar su punto de vista en relación a la crisis iraquí y la división que existe en el Consejo de Seguridad. Aún se desconoce el número de países que intervendrán en el debate, pero generalmente se inscriben en la lista varias decenas de oradores, lo que podría obligar a continuar el debate el miércoles, lo que daría más tiempo a EEUU y a Francia para tratar de encontrar apoyo a sus propuestas entre el llamado “grupo de indecisos” miembros del Consejo.
El proyecto de resolución anglo-hispano-americana abre la posibilidad del uso de la fuerza si Irak no cumple su desarme en el plazo propuesto hasta el 17 de marzo. Esos países pretenden someter su iniciativa a votación durante la presente semana. Sin embargo, horas después de que Rusia anunciara que vetará el uso de la fuerza contra Irak, el presidente francés Jacques Chirac hizo lo mismo y aseguró que, contrario a las percepciones del secretario de Estado, Colin Powell, Washington no tienen asegurada la mayoría en el Consejo de Seguridad. En su primera intervención televisada desde el inicio de la crisis iraquí, el mandatario calificó el texto como una "resolución de la guerra". Sobre las posibles represalias estadounidenses contra Francia afirmó que "no tiene sentido un embargo o represalias porque EEUU es un país liberal. “No es el Estado el que decide un embargo económico y no estamos en los años sesenta o setenta, estamos en un mundo globalizado. Del comercio se ocupa la OMC (Organización Mundial del Comercio) y también la UE (Unión Europea)”. Por otro lado, aseguró que la guerra agravará el terrorismo internacional y romperá la coalición antiterrorista mundial.
En cuanto al proyecto de resolución en debate, por el momento no se han dado avances, pese a que Reino Unido se ha mostrado dispuesto a enmendar el texto. El embajador británico, Jeremy Greenstock, ha repetido las palabras de su ministro de que están estudiando si sería "útil para el Consejo de Seguridad" establecer una lista con una serie de pruebas sobre el cumplimiento iraquí de sus obligaciones. Hasta ahora, el proyecto cuenta con el apoyo de EEUU, Reino Unido, España y Bulgaria, la oposición de Francia, Rusia, China, Alemania, Angola y Siria, y la indecisión de Chile, México, Pakistán, Camerún y Guinea Conakry. Pase lo que pase al final, Washington, con el apoyo de Madrid, asegura que está dispuesto a actuar por su cuenta.
Durante la últimas horas, el presidente George Bush habló por teléfono con los presidentes de China, Jiang Zemin, el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, mientras que Powell recibió al ministro guineano de Asuntos Exteriores, Francois Ousseynou Fall. El mandatario también sostuvo conversaciones telefónicas con el jefe del Gobierno español, José María Aznar, uno de sus principales baluartes en Europa. Conversó con los presidentes de Nigeria, Olusegun Obasanjo, y Senegal, Abdulaye Waye; con el sultán Qabús de Omán (un país que apoya firmemente a Washington), y con Recep Tayep Erdogan, líder del partido gobernante de Turquía, quien está a punto de convertirse en primer ministro y es partidario de darle acceso a las tropas de EEUU a suelo turco.
Además, Powell conversó telefónicamente con los presidentes de Angola, Jose Eduardo Dos Santos, y Pakistán, Pervez Musharraf, y con los ministros de Exteriores del Reino Unido, Jack Straw; España, Ana Palacio; y México, Luis Ernesto Derbez. Powell negó haber entablado una "competición" diplomática con el el ministro francés de Exteriores, Dominique de Villepin, quien realizó una gira por Camerún, Angola y Guinea, y dijo que ambos "estamos haciendo lo que debemos: trabajar por las causas en las que creemos".
El proyecto de resolución anglo-hispano-americana abre la posibilidad del uso de la fuerza si Irak no cumple su desarme en el plazo propuesto hasta el 17 de marzo. Esos países pretenden someter su iniciativa a votación durante la presente semana. Sin embargo, horas después de que Rusia anunciara que vetará el uso de la fuerza contra Irak, el presidente francés Jacques Chirac hizo lo mismo y aseguró que, contrario a las percepciones del secretario de Estado, Colin Powell, Washington no tienen asegurada la mayoría en el Consejo de Seguridad. En su primera intervención televisada desde el inicio de la crisis iraquí, el mandatario calificó el texto como una "resolución de la guerra". Sobre las posibles represalias estadounidenses contra Francia afirmó que "no tiene sentido un embargo o represalias porque EEUU es un país liberal. “No es el Estado el que decide un embargo económico y no estamos en los años sesenta o setenta, estamos en un mundo globalizado. Del comercio se ocupa la OMC (Organización Mundial del Comercio) y también la UE (Unión Europea)”. Por otro lado, aseguró que la guerra agravará el terrorismo internacional y romperá la coalición antiterrorista mundial.
En cuanto al proyecto de resolución en debate, por el momento no se han dado avances, pese a que Reino Unido se ha mostrado dispuesto a enmendar el texto. El embajador británico, Jeremy Greenstock, ha repetido las palabras de su ministro de que están estudiando si sería "útil para el Consejo de Seguridad" establecer una lista con una serie de pruebas sobre el cumplimiento iraquí de sus obligaciones. Hasta ahora, el proyecto cuenta con el apoyo de EEUU, Reino Unido, España y Bulgaria, la oposición de Francia, Rusia, China, Alemania, Angola y Siria, y la indecisión de Chile, México, Pakistán, Camerún y Guinea Conakry. Pase lo que pase al final, Washington, con el apoyo de Madrid, asegura que está dispuesto a actuar por su cuenta.
Durante la últimas horas, el presidente George Bush habló por teléfono con los presidentes de China, Jiang Zemin, el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, mientras que Powell recibió al ministro guineano de Asuntos Exteriores, Francois Ousseynou Fall. El mandatario también sostuvo conversaciones telefónicas con el jefe del Gobierno español, José María Aznar, uno de sus principales baluartes en Europa. Conversó con los presidentes de Nigeria, Olusegun Obasanjo, y Senegal, Abdulaye Waye; con el sultán Qabús de Omán (un país que apoya firmemente a Washington), y con Recep Tayep Erdogan, líder del partido gobernante de Turquía, quien está a punto de convertirse en primer ministro y es partidario de darle acceso a las tropas de EEUU a suelo turco.
Además, Powell conversó telefónicamente con los presidentes de Angola, Jose Eduardo Dos Santos, y Pakistán, Pervez Musharraf, y con los ministros de Exteriores del Reino Unido, Jack Straw; España, Ana Palacio; y México, Luis Ernesto Derbez. Powell negó haber entablado una "competición" diplomática con el el ministro francés de Exteriores, Dominique de Villepin, quien realizó una gira por Camerún, Angola y Guinea, y dijo que ambos "estamos haciendo lo que debemos: trabajar por las causas en las que creemos".