L D ( Agencias ) Georgia y su región separatista de Osetia del Sur han acordado, además, volver a reunirse este sábado para decidir la separación de fuerzas y la retirada de la zona del conflicto de los destacamentos armados. Previamente, Georgia amenazó con sustituir las fuerzas de paz actuales, integradas por un batallón de Rusia, uno oseta y uno georgiano, por un contingente internacional.
Tiflis también advirtió que no permitirá una limpieza étnica de su compatriotas en la zona conflictiva y, si no se logra el alto el fuego, se verá obligado a recurrir a la fuerza. La decisión se produjo después de cuatro noches de bombardeos de poblados georgianos y suroestas, que costaron la vida a al menos 5 personas.
El Parlamento de Georgia, contra las fuerzas rusas de paz
Por otra parte, la iniciativa del Parlamento de Georgia se produce en un momento en que la situación en la zona se ha deteriorado. De hecho, el primer ministro georgiano, Zurab Jvania, ha declarado que su cortejo fue blanco de disparos de francotiradores osetios
Según señala el texto adoptado por unanimidad de los 117 diputados georgianos presentes, "Georgia exige que se interrumpa el mandanto de las fuerzas rusas de mantenimiento de la paz (en Osetia del Sur), y que se establezca un nuevo mandato internacional" de las fuerzas de interposición. La misión de paz de Rusia, "uno de los países cuyos inteses políticos están en contradicción con una solución justa y definitiva (del conflicto osetio), es inaceptable", añaden los diputados.
Georgia dice que Rusia es "una de las partes en conflicto"
Según los diputados georgianos, "la Federación de Rusia representa no a un mediador y una fuerza de paz, sino una de las partes en conflicto, que hace todo lo posible para mantener un statu quo peligroso". Además, han dicho que el deterioro de la situación en Osetia del Sur se ha producido "con el apoyo de las fuerzas de paz rusas".
La ministra georgiana de Asuntos Exteriores, Salomé Zurabichvili, hizo ayer por la noche un llamamiento a una "internacionalización" de las fuerzas de paz en Osetia del Sur y a un compromiso suplementario de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
La presencia de un contingente ruso junto a los contingentes georgiano y osetio en el seno de las "fuerza mixtas de mantenimiento de la paz" en Osetia del Sur, se rige por un acuerdo que firmaron en 1992 los presidentes ruso y georgiano de la época, Boris Yeltsin y Eduard Chevardnadze.
La participación rusa ha provocado el mantenimiento de un estatu quo, es decir el mantenimiento de una paz frágil, pero también la independencia de facto de Osetia del Sur, que el nuevo presidente georgiano, Mijail Saakachvili, quiere que se someta a su autoridad, al igual que el otro territorio separatista de Abjazia.