O como ahora, Psicopom: vestigios de cal en una gran masa de arena arcillosa (que es la peor).
Con amigos como el faraón a Israel no le hacen falta enemigos.
La poca cal, que supuestamente fue Aznar, nos trajo a Gallardón y a Rajao. Además, Aznar faltó a su deber huyendo en la tercera legislatura, dejando todo el merder a los de detrás para que arreáramos. Para no hablar de los desagües del estado y su entrega al enemigo.
Señor Rajoy, más le vale quitar a este individuo de Madrid y darlo por amortizado en el PP. Estoy hasta las mismas narices de sus memeces mentales. Dé por supuesto que no le votaré ni a usted ni a este payasete que me abrasa a multas y sanciones en Madrid, solo para pagar sus obras faraonianas.
Gallardón es igualito igualito a Zapatero, dice una cosa para luego decir la contraria. Al igual que en este escrito, haciéndose pasar por amigo del pueblo israelí, también hizo lo mismo con los parquímetros, era algo así como que todos los vecinos estaban encantados con los parquímetros y la gente poco menos que le saltaba por la calle pidiendo más parquímetros y que era una buena buenísima idea. Básicamente, es de esta gente de la que nos advertía Platón en "El político", de los sofistas, que se mimetizaban y aparentaban ser verdaderos políticos, pero era la especie que más había que temer.
Pura demagogia, y para los progres e incluso algunos conservadores que dicen que es muy buen político y que ha hecho cosas, yo les digo que empeñando a Madrid hasta el juicio final y saqueando a los conductores de la periferia que vienen a Madrid yo también haría cosas, ¿no te fastidia? con el dinero de nuestros hijos, nietos y próximas generaciones, ¿quién no haría alguna zanja o algún túnel?.
Se puede hacer una analogía entre lo que está haciendo zapatero con España y lo que está haciendo Gallardón con Madrid. No sé por qué este país no tiene una clase política estable, a auténticos reyes y presidentes geniales y excelentes, habitualmente les han seguido auténticos zotes que en poco tiempo llevaron a España al abismo. Es el sino de España, una de cal y una de arena.