L D (EFE) El presidente de EEUU, George Bush, y el primer ministro británico, Tony Blair, anunciaron el viernes un acuerdo con Al Gadafi para que éste desmantele sus armas no convencionales. El gobernante libio se reunió en secreto, en Trípoli en marzo pasado, con enviados especiales de la CIA, pocos días antes de que EEUU y Gran Bretaña invadieran Irak, dijeron las fuentes, que prefirieron el anonimato.
Aseguraron que Al Gadafi autorizó las posteriores visitas "in situ" de grupos de inspectores estadounidenses y británicos de armas para que verificaran algunas de las instalaciones de su programa. Los primeros enviados de la CIA y de Gran Bretaña a Trípoli fueron llevados por diversos rumbos de la ciudad y cambiaron de automóvil varias veces hasta que fueron presentados al dirigente libio, en un operativo altamente secreto.
Ese operativo despejó la vía para el compromiso anunciado el viernes por Bush y Blair, añadieron. Bush afirmó en la Casa Blanca que el derrocamiento del presidente de Irak, Sadam Husein, y los esfuerzos estadounidenses por convencer a Corea del Norte y a Irán de que desistan de sus programas nucleares, jugaron un papel importante en la decisión del país norteafricano.
Uno de los hijos del presidente libio, Saif al Islam al Gadafi, dijo el sábado que la decisión de su padre surgió después de que recibió garantías de Estados Unidos de que no estaba conspirando en su contra. Muamar al Gadafi sostiene que tomó por su propia cuenta esa acción con el propósito de servir como inspiración a los demás países del mundo que tienen en mente, o que desarrollan, programas de armas nucleares, químicas y biológicas.
Según EEUU, Libia obtuvo armas químicas y misiles de alcance medio en Corea del Norte y cuenta con un programa para la producción de uranio enriquecido con vistas a la producción de armas nucleares, en el cual había logrado progresos significativos. A pesar de toda la buena voluntad expresada, los servicios del espionaje estadounidense consideran que las autoridades libias todavía no han desvelado por completo la clase de armas y programas armamentísticos que han desarrollado.
Según ha trascendido ahora, EEUU se incorporó a las negociaciones, celebradas en un lugar no determinado de Europa, después de que representantes del gobierno de Gran Bretaña habían dado ya pasos concretos con Libia, tras las reuniones de la CIA y agentes británicos con Al Gadafi en Trípoli.
Aseguraron que Al Gadafi autorizó las posteriores visitas "in situ" de grupos de inspectores estadounidenses y británicos de armas para que verificaran algunas de las instalaciones de su programa. Los primeros enviados de la CIA y de Gran Bretaña a Trípoli fueron llevados por diversos rumbos de la ciudad y cambiaron de automóvil varias veces hasta que fueron presentados al dirigente libio, en un operativo altamente secreto.
Ese operativo despejó la vía para el compromiso anunciado el viernes por Bush y Blair, añadieron. Bush afirmó en la Casa Blanca que el derrocamiento del presidente de Irak, Sadam Husein, y los esfuerzos estadounidenses por convencer a Corea del Norte y a Irán de que desistan de sus programas nucleares, jugaron un papel importante en la decisión del país norteafricano.
Uno de los hijos del presidente libio, Saif al Islam al Gadafi, dijo el sábado que la decisión de su padre surgió después de que recibió garantías de Estados Unidos de que no estaba conspirando en su contra. Muamar al Gadafi sostiene que tomó por su propia cuenta esa acción con el propósito de servir como inspiración a los demás países del mundo que tienen en mente, o que desarrollan, programas de armas nucleares, químicas y biológicas.
Según EEUU, Libia obtuvo armas químicas y misiles de alcance medio en Corea del Norte y cuenta con un programa para la producción de uranio enriquecido con vistas a la producción de armas nucleares, en el cual había logrado progresos significativos. A pesar de toda la buena voluntad expresada, los servicios del espionaje estadounidense consideran que las autoridades libias todavía no han desvelado por completo la clase de armas y programas armamentísticos que han desarrollado.
Según ha trascendido ahora, EEUU se incorporó a las negociaciones, celebradas en un lugar no determinado de Europa, después de que representantes del gobierno de Gran Bretaña habían dado ya pasos concretos con Libia, tras las reuniones de la CIA y agentes británicos con Al Gadafi en Trípoli.