LD (EFE) Las fuerzas de paz de la ONU informaron de que el general leal Mbuza Mabe y sus tropas entraron sin encontrar resistencia en Bukavu, donde fueron aclamados por miles de habitantes, que lanzaron gritos de júbilo a la vez que tocaban los cláxones de sus automóviles. "Dios hizo justicia" y "Libertad, libertad", coreaban mientras bailaban danzas tradicionales al ritmo de tambores.
El presidente Kabila no había dudado en acusar hace una semana a Ruanda de apoyar la sublevación y prometió una movilización para hacer frente a la "invasión". El ministro de Información de Kabila, Vital Kamerhe, declaró que "las tropas ruandesas y sus aliados congoleños se han retirado al otro lado de la frontera".
La captura de Bukavu por los sublevados no sólo puso en duda la supervivencia del ejército unificado y del gobierno de unidad nacional formados hace un año, sino también ocasionó temores de una nueva guerra entre la República Democrática de Congo (RDC) y Ruanda.