(Libertad Digital) Tropas estadounidenses de la Tercera División de Infantería abrieron una brecha a través de Karbala y comenzaron el “ultimo empujón” para recorrer los 80 kilómetros hasta Bagdad. Durante la madrugada de este miércoles y apoyada por ensordecedores disparos de artillería y bombardeos desde los helicópteros, la Primera Brigada de la división cruzó el canal Husayniya, que va desde el lago Razazah, al oeste de la ciudad, hasta el río Eufrates. Uno de los batallones de la brigada llevó a cabo ataques en los suburbios sureños con el objetivo de distraer a las fuerzas iraquíes. Al parecer, esta táctica funcionó, lo que permitió a tres batallones avanzar en la brecha donde encontraron “una desordenada resistencia por parte de los iraquíes”, según el comandante de brigada, el coronel William Grimsley. La brecha abierta en una franja estrecha en el desierto entre la ciudad de Karbala y el lago Razazah, en algunas partes sólo tiene unos tres kilómetros de ancho. Inicialmente, los oficiales aliados temían que la Guardia Republicana iraquí concentraría sus defensas en este punto estratégico y que incluso podría destruir el embalse e inundar la zona. También llegaron a temer que el régimen de Sadam Husein atacaría con armas químicas, pero nada de eso ha ocurrido, puesto que ni siquiera aparecieron tanques. Al menos quince iraquíes fueron hechos prisioneros en la operación y algunas informaciones dan cuenta de la rendición de más efectivos. Las fuerzas iraquíes intentaron bloquear el paso con minas antitanque, lo que tuvo poco efecto en el avance de los marines estadounidenses, añade. La mayor parte de las fuerza encontradas eran pequeñas unidades apostadas en búnkers improvisados en la zona del embalse. Las tropas estadounidenses están “muy cerca” de garantizar la seguridad de la ciudad de Najaf, unos kilómetros al sur de Karbala e importante punto estratégico en el centro de Irak, declaró un responsable del Mando Militar estadounidense. El comandante de la Brigada de aviación de la 101 División Aerotransportada, el coronel Greg Gass, declaró que la infantería estadounidense, apoyada por tanques y helicópteros, habían hecho frente a una dura oposición iraquí en la ciudad durante tres días, pero que los soldados iraquíes parecían haber abandonado sus puntos de defensa.
Más al este, a la altura de la histórica ciudad de Al-Kut, a orillas del río Tigris, los “marines” han consolidado sus posiciones. La pinza contra Bagdad se ha iniciado. Unas tropas avanzan por el Tigris en dirección sureste. Otras unidades siguen el Eufrates de suroeste a norte. Ambas se reunirán en 48 horas en las afueras de la capital iraquí para lanzar el asalto final. De acuerdo con un corresponsal de la NBC que viaja con la Primera Fuerza Expedicionaria, la victoria de la fuerza de choque en el Tigris ha permitido superar la región de Al Kut, a unos 160 kilómetros de la capital. Las tropas se encontraron con una división de la Guardia Republicana, la “Bagdad”, que fue destruida. Fuentes del mando central aliado explicaron que los aviones han iniciado ataques contra unidades de la División Adnan de la Guardia Republicana, que regresa a Bagdad desde Tikrit, el feudo tradicional del presidente Sadam Husein, a unos 200 kilómetros al norte, para reposicionarse en el sur. 
Bagdad sigue siendo blanco de intensos bombardeos aliados por quinta jornada consecutiva. Los aviones y los misiles disparados desde los buques en el Mar Rojo y el Golfo Pérsico están castigando principalmente los centros de comunicaciones, así como cuarteles y posiciones secretas de la Guardia Republicana, que se apresta a defender la capital. Según el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Richard Myers, dos unidades de esas tropas de elite que se concentran en los suburbios están a menos del cincuenta por ciento de su capacidad de combate tras los ataques. El complejo del palacio presidencial de la República, uno de los símbolos del poder de Sadam Husein, se encuentra casi en ruinas. El Ministerio de Información, el Comité Olímpico, cuatro sedes del oficial partido Baaz y un palacio utilizado por Qusay Husein han sido destruidos. Las instalaciones universitarias también han recibido fuego aliado. Otros proyectiles han impactado en tres barrios del oeste, sin que hasta el momento se informara de posibles víctimas. Los bombardeos han alcanzado a una maternidad de la Media Luna Roja y han causado varios heridos, entre ellos niños y personal del cuerpo médico. Las explosiones han reducido a escombros el vecino recinto ferial. Según el ministro de Información iraquí, Mohammad Said al Sahhaf, durante la jornada de este martes, un total de 19 civiles murieron y más de cien resultaron heridos en Bagdad. En la localidad de Al-Hillah (entre Nayaf y Karbala, al sur de Bagdad), varios corresponsales han cifrado en "decenas" el número civiles muertos por el fuego aliado. Al menos nueve niños han caído. Un testigo asegura que quince miembros de una misma familia han muerto por disparos de un helicóptero "Apache". El director del hospital de la zona ha informado de que el número de muertos civiles en la localidad asciende a 33 y a 310 los heridos.
La ciudad de Nasiriya, a 300 kilómetros de Bagdad, continúa bajo el asedio de 5.000 miembros de la 82ª División Aerotransportada y de la 3ª División de Infantería. En el interior se encuentran atrincheradas varias unidades del Ejército regular iraquí y cientos de “feyadines”, leales hasta la muerte a Sadam Husein. El mando central decidió reforzar el cerco enviando 7.000 soldados más e intensificando los ataques desde helicópteros "Apache". Este miércoles, los aliados han informado de la detención de 30 iraquíes. Un portavoz del régimen de Bagdad anunció que “las tropas junto con milicianos, miembros de tribus y comandos de Sadam han conseguido parar el avance de los atacantes y les han forzado a retirarse de Nasiriya”. Afirmó que al menos 23 estadounidenses o británicos murieron durante un contraataque que tenía objetivo recuperar el control de un puente. En sus cifras, otros diez fallecieron en una operación llevada a cabo por las milicias en la provincia de Zhi Qar, a 300 kilómetros al sur de Bagdad. Tres tanques fueron destruidos. 
Varias zonas de las afueras de la ciudad de Basora, sitiada por el 40ª Comando de la Royal Marine británica, están siendo bombardeas por primera vez desde hace cinco días. Los mandos aliados consideran que allí, en el oeste y noreste, se concentran varias unidades de los “fedayines”. Durante la madrugada de este miércoles, los iraquíes trataron de romper el cerco por el lado sur de la ciudad. El ataque fue rechazado por las unidades británicas que se resisten a penetrar en la segunda ciudad más importante de Irak. Bagdad ha afirmado que 54 soldados estadounidense o británicos habían muerto abatidos en las últimas 24 horas en combates en torno a las localidades de Abi Jasib, Al Zubair, Bahila y Talha, en la región de Basora. Por la feroz resistencia con que se han topado, los mandos aliados han decidido enviar 3.000 militares de refuerzo. 
Por otra parte, las tropas de la Cuarta División de infantería estadounidense comenzaron a llegar este miércoles a Kuwait para incorporarse a la guerra contra Irak, indicó un portavoz militar estadounidense. En un principio, las unidades deberían haber sido enviadas a Turquía para participar en la apertura de un frente norte en Irak, pero Ankara se negó a su despliegue en suelo turco. Un avanzada de la división, que cuenta con 12.000 soldados, salió de Fort Hook, con dirección al Golfo Pérsico. El resto debe llegar próximamente a la zona y recuperar allí su material, compuesto de tanques M-1 Abrams y vehículos de combate M-2 Bradley, indicó un portavoz de la unidad, el sargento Keith Thompson. Los "marines" buscan en la vecina ciudad de Shafra al general Alí Hasán Al Mayid, comandante de la Región militar Meridional de Irak y notorio por haber ordenado el empleo de gases tóxicos contra los kurdos en 1988.