FRENTE SUR: Cazas aliados bombardean blindados que salen de Basora

(Libertad Digital) Los accesos al puerto iraquí de Um Qasr han sido desminados y las tropas anglo-estadounidenses harán llegar "en cuanto sea posible" ayuda humanitaria por este puerto, según anunció hoy un portavoz del Comando Central Estadounidense (Centcom). "El (canal) Jor Abdalá ha sido despejado hasta el puerto de Um Qasr, esta vía está ahora abierta y tenemos la intención de comenzar a hacer llegar barcos en cuanto sea posible para poder distribuir ayuda humantaria", declaró el general estadounidense Vincent Brooks en rueda de orensa en el cuartel general del Centcom en Qatar.

Las fuerzas de la coalición indicaron que este martes consiguieron, después de cinco días de combates, el "control total" del puerto de Om Qasr, en el extremo sur de Irak, único puerto de aguas profundas del país considerado vital para establecer un puente humanitario. Por su parte, el general Brooks indicó que en las últimas 24 horas, las fuerzas británicas habían llevado a cabo "patrullas agresivas en Fao (península situada en frente de Um Qasr) y Um Qasr para mejorar la seguridad en estas zonas". Por otro lado, siete camiones cargados de comida, agua y otros insumos que partieron desde Kuwait llegaron a Um Qasr, en el sur del país. Este primer envío de ayuda humanitaria iba a contar con 30 vehículos, pero las fuertes tormentas del desierto en la región han "saboteado" los planes originales.

Cazas aliados atacaron este miércoles, una columna de entre 70 y 120 tanques del Ejército iraquí que lograron salir de la ciudad estratégica de Basora (sudeste de Irak), según informó la BBC. Los carros de combate iraquíes, detectados por radares de las fuerzas del Reino Unido, parecían dirigirse hacia la sureña península de Al Fao. La columna de tanques se desplazaba por la carretera paralela al canal de Shat Al Arab, donde varias unidades del Comando 40 de los "Royal Marines" británicos tomaron posiciones para atajar la huida.

Asimismo, fFuerzas británicas se enfrentan en las calles de Basora a los milicianos que han optado por confundirse con la población civil. Los corresponsales desplazados daban cuenta de intensos combates al cumplirse seis días de asedio contra una ciudad amenazada por una grave crisis humanitaria. Por ello, un avión estadounidense lanzó bombas tipo “J-Dam” de 500 kilos y guiadas por satélites, contra un depósito de municiones y edificios utilizados como refugios por los milicianos. La utilización de estas bombas de precisión está destinada a destruir objetivos en el interior de la ciudad evitando pérdidas civiles, declaró el capitán Johnny Williamson, un portavoz de la séptima Brigada blindada británica. "Cuando se lucha contra fuerzas no convencionales, es inevitable que la población piense que algunos objetivos no son militares", precisó. Otros tres morteros y piezas de artillería iraquíes que disparaban contra la población chiíta sublevada, según fuentes aliadas, también han sido destruidos.

El secretario británico de Defensa, Geoff Hoon, ha confirmado este miércoles que las milicias iraquíes atacaron el martes a la población civil en la ciudad de Basora. En declaraciones a la BBC, Hoon afirmó que aunque sigue habiendo "confusión", "varias fuentes" han confirmado que en Basora se produjeron "revueltas" y que "habitantes de la ciudad se levantaron contra el régimen". "Sabemos que los milicianos intentaron atacar a su propio pueblo con morteros, ametralladoras y fusiles", añadió Hoon. Según el general Peter Wall, máximo responsable del Ejército británico en el Mando Central de Qatar, el levantamiento se encuentra aún en estado “embrionario”. El ministro británico también apuntó que las fuerzas aliadas intentaron frenar la intervención de los milicianos iraquíes y que en estos momentos se estudia la forma "de ayudar más" a la población civil de la ciudad, la segunda más importante del país.

Más de cuarenta explosiones producidas por el impacto de casi cincuenta bombas y misiles, han sacudido Bagdad desde que poco antes del amanecer comenzase una nueva oleada de bombardeos sobre la capital iraquí, espcialmente contra el Ministerio de Información. Esta ofensiva, lanzada tanto desde cazabombarderos de la coalición angloamericana como con misiles, ha sido la más intensa contra Bagdad desde que comenzó la guerra hace seis días. Un mercado ubicado al norte de la capital ha sido alcanzado por dos misiles aliados. El director de la Defensa Civil de la zona conocida como "Ciudad del Pueblo", Hamad Abdallah Al-Doulaimi ha informado de "muchas, muchas víctimas". El lugar es uno de los más concurridos en la capital. Según la agencia francesa AFP , los proyectiles han causado al menos quince muertos y treinta heridos. Los proyectiles han caído sobre edificios cuya planta baja está ocupada por talleres mecánicos mientras que las plantas superiores son viviendas.

Horas antes, la televisión nacional iraquí prosiguió con sus emisiones a pesar de la destrucción parcial de su sede de Bagdad durante los bombardeos de la noche del martes al miércoles. La cadena ha dedicado estas primeras horas de programación a canciones patrióticas, desfiles e imágenes del presidente Sadam Husein. Sin embargo, según la BBC , una espesa columna de humo seguía saliendo del edificio parcialmente destruido. Las emisiones quedaron interrumpidas durante 45 minutos, y la programación normal se reanudó hacia las nueve de la mañana hora local. En el complejo bombardeado tienen su sede además la Televisión de la Juventud, dirigida por el hijo mayor de Sadam Husein, Udai, y el canal internacional por satélite, que seguía sin emitir. El acceso al sector sigue totalmente prohibido a los medios extranjeros.

Según informó la CBS , el Ejército estadounidense atacó la televisión iraquí con la bomba experimental "E-Bomb", un artefacto electrónico destinado a neutralizar la señal. Esta bomba crea un campo magnético capaz de inutilizar ordenadores, radares, radios, sistemas militares y otros aparatos electrónicos. El Pentágono no ha dado a conocer de forma oficial por el momento la utilización de este tipo de armas en el conflicto. De hecho, al ser preguntado por el posible uso de estas bombas el pasado 5 de marzo en el Pentágono, el general Tommy Franks -comandante en jefe de la operación- aseguró: "No puedo hablar sobre eso porque no conozco nada al respecto".

A algo menos de cien kilómetros al sur de Bagdad, entre las ciudades de Najaf y Kerbala, fuerzas iraquíes y angloamericanas están librando la batalla mas cruenta desde el inicio de la guerra. Un oficial estadounidense ha declarado que en esa zona sus militares han abatido alrededor de 650 iraquíes en las últimas horas. Otros lo cigran en mil muertos. El Departamento de Defensa de Washington no ha informado de bajas o heridos. Durante la tarde de este miércoles y en la madrugada del jueves, los aliados se han topado con una fuerte resistencia plantada por los “Feyadines”, fuerzas irregulares leales “hasta la muerte” a Sadam Husein. A favor de los iraquíes ha jugado una fuerte tormenta de arena y lluvia (como no se recordaba en años, según los expertos), que obligó a ralentizar la vanguardia occidental, con las unidades del Séptimo de Caballería a la cabeza. EEUU ha confirmado que ha perdido dos helicópteros, un "Apache" y un "Black Hawk", en el sur del país, donde la visibilidad era prácticamente nula. Además, varios bombarderos se han visto obligados a aterrizar. En esa área, un avión de la coalición ha sido abatido por tropas iraquíes, según ha informado el ministro de Información iraquí, Mohamed Saïd Al-Sahhaf.

Los iraquíes apostados a las afueras de Karbala aprovecharon las inclemencias del tiempo y lanzaron un importante contraataque con misiles portátiles. Según un oficial del Pentágono, “ellos dispararon primero. Parece ser que las fuerzas de tierra dispararon contra algunos de nuestros muchachos con granadas impulsadas con cohetes”, explicó. “No tenemos informaciones de heridos en nuestro bando”, añadió. Según las informaciones iniciales, las tropas norteamericanas no pidieron el apoyo de la aviación aliada, que se vio obligada a permanecer en tierra a causa de la tormenta de arena. En cambio, lo tanques de la Segunda División Blindada disparan ininterrumpidamente. Fuentes del Pentágono informaron de que ésta ha sido, de lejos, la mayor batalla en tierra desde que se inicio la guerra. Najaf y Karbala son algunos de los mayores obstáculos con que se deben enfrentar las fuerzas de la coalición para poder empezar la gran batalla por el control de la capital, Bagdad. No obstante, un responsable del Pentágono, citado por France Presse , negó que este enfrentamiento haya sido la primera batalla contra las divisiones blindadas de la Guardia Republicana que defienden la capital iraquí. “No pienso que sea el comienzo de la batalla de Bagdad”, afirmó.

Por el lado oeste, los soldados de la Tercera División habían logrado cruzar este miércoles el río Eufrates en su paso por Nasiriya, tras fieros combates. Puentes estratégicos más al sur ya fueron tomados con anterioridad. Sin embargo, los “marines” se toparon con nuevas tropas enemigas. El corresponsal de la agencia de noticias Reuters , Sean Maguire, quien viaja con una unidad del frente suroeste, dijo que el avance se detuvo en el pueblo de Ash Shatrah, cuarenta kilómetros al norte de Nasiriya. “Los marines pidieron fuego de artillería contra el pueblo”, dijo el periodista. Aunque mucho más rezagados, al otro lado del río Tigris, los reporteros han confirmado que el grupo de “marines” sigue con su marcha dejando bolsas de resistencia.

El mando central anglo-estadounidense en la guerra contra Irak ha informado este jueves que sus fuerzas habían encontrado en un hospital cerca de Nasiriya, en el centro del país, un total de 3.000 trajes de protección química. El general Vincent Brooks dijo que además de los trajes para la protección química se habían requisado un total de 200 armas, un tanque y uniformes militares iraquíes. Según Brooks, esta operación demuestra la voluntad del régimen de Sadam Husein par utilizar este tipo de armas. "El hospital era utilizado como cuartel paramilitar y almacén", dijo Brooks. Además, el general Brooks dijo que no tenían informaciones propias sobre las noticias de la parte iraquí que hablan de quince muertos por el bombardeo de una zona residencial en Bagdad. "He oído las informaciones, pero no tenemos nada que lo confirme", dijo Brooks, quien reiteró que la aviación estadounidense "tiene mucho cuidado en la búsqueda de sus objetivos".