Colabora

Francia y Suiza protegen con 30.000 soldados y policías a los líderes mundiales reunidos en Evian

A caballo entre Francia y Suiza, los líderes del G-8 y del mundo en desarrollo se reúnen hoy en un hotel de lujo, al pie de los Alpes, protegidos contra manifestantes o eventuales amenazas terroristas por una guardia armada compuesta por unas 30.000 personas que vigilan por tierra, mar y aire.

L D (EFE) El presidente francés, Jacques Chirac, daba la bienvenida a sus colegas del grupo de los siete países más ricos y Rusia (G-8), que llegaban en helicóptero a Evian procedentes del aeropuerto de Ginebra, y a los máximos responsables de once Estados emergentes o en desarrollo que acuden por barco desde la ciudad suiza de Lausana, en la otra orilla del lago Leman. Retenido en Alemania por un importante congreso de su partido, el canciller, Gerhard Schroeder, llegará a última hora del día a Evian.

Los líderes se reúnen en el hotel Royal, en la parte alta de Evian, un establecimiento de lujo inaugurado en 1909, que debe su nombre al entonces rey de Inglaterra, Eduardo VII, que nunca llegó a pisarlo. Junto al Royal, otros dos hoteles –Ermitage y La Vemiaz– integran lo que se conoce como "zona cero" o "zona roja", estrictamente reservada a los jefes de Estado y Gobierno y a sus delegaciones, y en la que no están autorizados a entrar ni siquiera los guardaespaldas. Un segundo perímetro que incluye Evian –ciudad de 7.500 habitantes, famosa por sus aguas minerales– y los municipios limítrofes de Neuvecelle y Publier, (donde está el centro de prensa), es la "zona 1" en la que sólo pueden circular los residentes previamente acreditados.

Una quincena de municipios circundantes forman un tercer perímetro de seguridad, en el que hay controles frecuentes, restricciones a la circulación y está prohibida toda concentración, lo que obligó a los anti-globalización a organizar su manifestación con salida en Annemasse y Ginebra para juntarse en la frontera franco-suiza. El dispositivo de seguridad activado incluye a 20.000 personas en Francia, entre los que hay 15.000 policías y militares, y 10.000 en Suiza, entre ellos casi un millar de policías alemanes, presentes particularmente en el aeropuerto de Ginebra. Ese aeropuerto, al que han ido llegando los líderes y por el que se marcharán, está equipado con radares militares camuflados, tanquetas, blindados y decenas de hombres parapetados entre sacos terreros.

Todo el espacio aéreo en la cuenca del lago Leman, donde no se ha permitido movimiento alguno de aviones, ultraligeros o parapentes, es objeto de una vigilancia binacional, con aviones radar Awacs que sobrevuelan de forma permanente la zona, baterías de misiles Crotale, cazas F-18 suizos y Mirage 2000 franceses y los primeros helicópteros EC 145 equipados con ametralladoras. En el lago, donde se ha prohibido la navegación de barcos ajenos a la organización de la cumbre, lanchas de la gendarmería francesa y de las fuerzas suizas realizan patrullas de forma continuada, y equipos de desminado desplazados de puertos militares franceses controlan los puertos de una y otra orilla.

En el de Lausana, donde embarcan las delegaciones –los líderes de los países en desarrollo se albergaron allí la noche del viernes al sábado– y los que trabajan en la cumbre, como intérpretes o periodistas, el acceso se ha precintado con vallas y alambres de espino. Francia restableció el pasado jueves, y hasta el próximo miércoles, los controles en sus fronteras, como lo permite el Tratado de Schengen, y sobre la base de una lista de 400 "indeseables", filtra el acceso a la región de personas fichadas internacionalmente como causantes de disturbios. El temor a cualquier desbordamiento en las manifestaciones de los anti-globalización o alter-mundialistas, como prefieren llamarse, menos numerosos de lo que en un principio se calculó, llevó a los comerciantes de Annemasse o Ginebra a cerrar muchos de sus establecimientos o protegerlos con planchas de madera.

El G8 está constituido por Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Rusia. El presidente de turno de la Unión Europea (Grecia, este semestre) y el presidente de la Comisión Europea también participan en las discusiones del G-8. En esta ocasión, también han sido invitados los líderes del mundo en desarrollo a un "diálogo ampliado". Se trata de los máximos mandatarios de Brasil, México, China, India, Sudáfrica, Argelia, Nigeria, Senegal, Arabia Saudí, Malasia y Egipto. El rey de Marruecos desistió en el último momento. A ese diálogo ampliado ha sido convidado también el presidente de la Confederación Helvética, Pascal Couchepin, así como los responsables de la ONU, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio.

Temas

Ver los comentarios Ocultar los comentarios

Portada

Suscríbete a nuestro boletín diario