L D (EFE) La documentación correspondiente fue entregada personalmente en el Ministerio de Relaciones Exteriores por el embajador francés en Argentina, Francis Jean Lott. El Gobierno de París intenta que Astiz, conocido también como “el ángel de la muerte”, cumpla con la condena a perpetuidad dictada en 1990 por los tribunales de París por su responsabilidad en el secuestro, torturas y desaparición de la monjas galas Alice Domont y Leonie Duquet.
Las dos religiosas fueron secuestradas a finales de 1977 por oficiales navales, junto con familiares de víctimas de la dictadura militar, y llevadas a la Escuela de Mecánica de la Armada, una cárcel ilegal que funcionó en la capital argentina, donde fueron vistas por última vez con vida, según las investigaciones judiciales.
Astiz, quien integró uno de los escuadrones de la muerte que sembraron el terror durante la dictadura militar, ha sido reclamado también por jueces de Suecia y de Italia, donde se le han sustanciado procesos por el secuestro y asesinato de ciudadanos de esos países que vivían en Argentina. Francia requirió la extradición del ex oficial naval a finales de la década de los ochenta, petición que no prosperó por oposición del Gobierno argentino.
El juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, incluyó al “ángel de la muerte” en su petición de captura con fines de extradición de 45 ex militares y un civil, a quienes ha procesado por genocidio, terrorismo y torturas, crímenes que los tratados internacionales califican de imprescriptibles.
Las dos religiosas fueron secuestradas a finales de 1977 por oficiales navales, junto con familiares de víctimas de la dictadura militar, y llevadas a la Escuela de Mecánica de la Armada, una cárcel ilegal que funcionó en la capital argentina, donde fueron vistas por última vez con vida, según las investigaciones judiciales.
Astiz, quien integró uno de los escuadrones de la muerte que sembraron el terror durante la dictadura militar, ha sido reclamado también por jueces de Suecia y de Italia, donde se le han sustanciado procesos por el secuestro y asesinato de ciudadanos de esos países que vivían en Argentina. Francia requirió la extradición del ex oficial naval a finales de la década de los ochenta, petición que no prosperó por oposición del Gobierno argentino.
El juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, incluyó al “ángel de la muerte” en su petición de captura con fines de extradición de 45 ex militares y un civil, a quienes ha procesado por genocidio, terrorismo y torturas, crímenes que los tratados internacionales califican de imprescriptibles.