LD (Agencias) El Elíseo ha negado oficialmente haber proporcionado al Reino Unido documentos secretos relativos al supuesto programa nuclear iraquí sobre los que Londres se habría apoyado para afirmar que el derrocado dictador Sadam Husein trató de comprar uranio en Níger. “En contra de las insinuaciones aparecidas en la prensa británica, Francia no está en el origen de informaciones publicadas en el dossier británico” del pasado 24 de septiembre sobre el programa nuclear iraquí, afirmó el Ministerio francés de Exteriores en un comunicado.
Según fuentes del Ejecutivo británico citadas por el periódico Financial Times , los Gobiernos de Francia e Italia dieron al Reino Unido documentos secretos en los que Londres se basa para defender su afirmación de que Sadam Husein trató de comprar uranio en Níger. Al parecer, esa documentación no llegó a manos de Washington, lo que podría explicar las "reservas" estadounidenses sobre esa afirmación y la seguridad del Gobierno británico acerca de la veracidad de la misma.
Fuentes cercanas al Gobierno del Reino Unido, asegura el diario, han desvelado que el dato sobre la supuesta adquisición proviene de los servicios de inteligencia de dos naciones europeas, “posiblemente Francia e Italia”. Por su procedencia, explica, la administración del primer ministro Tony Blair, no tuvo inconveniente en incluirlo en sus informes sobre el peligro que para el mundo representaba el supuesto arsenal iraquí.
Según fuentes del Ejecutivo británico citadas por el periódico Financial Times , los Gobiernos de Francia e Italia dieron al Reino Unido documentos secretos en los que Londres se basa para defender su afirmación de que Sadam Husein trató de comprar uranio en Níger. Al parecer, esa documentación no llegó a manos de Washington, lo que podría explicar las "reservas" estadounidenses sobre esa afirmación y la seguridad del Gobierno británico acerca de la veracidad de la misma.
Fuentes cercanas al Gobierno del Reino Unido, asegura el diario, han desvelado que el dato sobre la supuesta adquisición proviene de los servicios de inteligencia de dos naciones europeas, “posiblemente Francia e Italia”. Por su procedencia, explica, la administración del primer ministro Tony Blair, no tuvo inconveniente en incluirlo en sus informes sobre el peligro que para el mundo representaba el supuesto arsenal iraquí.