L D (Agencias) Como habían pronosticado los sondeos, Francia ha rechazado la ratificación del Tratado constitucional europeo de forma rotunda, con un 55 por ciento de los votos en un referéndum que se cerró con una participación que superó el 70 por ciento. Sólo un 45 por ciento de los ciudadanos votó a favor del texto.
Esta decisión de Francia echa por tierra las posibilidades de prosperar de la Constitución europea, que ya fue ratificada en España el pasado 20 de febrero, con el 76,73 por ciento de los votos en un referéndum que la oposición del PP calificó de precipitado. El texto también ha sido ratificado en otros ocho estados miembros. Sin embargo, para que entre en vigor debe ser aprobado por los 25 países que componen la Unión Europea.
"Es momento para unirse en torno al presidente de la República", declaró el ministro de Asuntos Exteriores francés, Michel Barnier, en la televisión TF1. "Ahora será más difícil para nuestro país defender nuestros intereses", apostilló Barnier, que definió esta derrota de la posición sostenida por el Gobierno como "una prueba para Francia".
El voto de castigo contra el Gobierno conservador y la presidencia de Jacques Chirac decidió el escrutinio. La unión de la extrema izquierda, extrema derecha, derecha nacionalista y parte de los socialistas, que llegaban a cita más que divididos, consiguió vencer a los partidos mayoritarios, como preconizaban todos los sondeos publicados en la semana previa a la votación.
La UMP, la UDF, el Partido Socialista y Los Verdes, que atesoran el 94 por ciento de los escaños de la Asamblea Nacional y oficialmente apoyan el tratado, no han sido capaces de convencer a la mitad de los votantes galos.
El resultado negativo registrado en Francia condiciona la votación que se llevará a cabo en Holanda el próximo miércoles, donde los sondeos son ya desfavorables a la Constitución europea.
La tasa de participación del referéndum francés de ratificación de la Constitución europea alcanzó el 70,5 por ciento, según los sondeos a pie de urna. La afluencia a las urnas fue parecida a la registrada en la primera vuelta de las presidenciales de 2002, (71,6 por ciento) y superior a la que se registró cuando se votó el Tratado de Maastricht, en 1992 (69,69 por ciento).
Unos 41,8 millones de franceses estaban llamados a las urnas, en un escrutinio que ha acaparado la atención de toda la Unión Europea. Los colegios electorales abrieron a las 8.00 horas, y en París y Lyon permanecieron abiertos hasta las 22.00 horas.