LD (Agencias) Tropas francesas ocupan el aeropuerto de Bangui, capital de la República Centroafricana, tras el golpe de Estado que encabeza el general Francois Bozizé. Los golpistas han suspendido la Constitución, disuelto el Parlamento y ordenado el toque de queda. Al menos sesenta ciudadanos franceses han sido evacuados. La asonada militar es condenada por Francia, antigua potencia colonial, y la Comunidad Económica y Monetaria de África Central (CEMAC).
Dos aviones militares franceses evacuaron a sesenta de sus ciudadanos de Bangui, la capital de la República Centroafricana, donde el general Francois Bozizé dio el sábado un golpe de Estado para hacerse con el poder. El Ministerio francés de Defensa indicó que trescientos de sus soldados controlan el aeropuerto con el objetivo de permitir la evacuación de los cientos de extranjeros que permanecen en el país. Bangui, la capital de la República Centroafricana, permanece bajo toque de queda después de que el sábado pasado, militares a la orden del general Francois Bozizé encabezara un golpe de Estado, suspendiera la Constitución y disolviera el Parlamento. La asonada tuvo lugar cuando el jefe de Estado reconocido, Ange-Félix Patassé, volvía de Niamey (Níger). El avión tuvo que desviarse ante los disparos de ametralladora de que fue blanco cuando se acercaba a la pista. Por lo pronto, Camerún le ha concedido asilo político bajo la condición de que no realice declaraciones.
Analistas locales indicaron que la entrada de los rebeldes en Banguí parece haber sido facilitada, irónicamente, por el propio Patassé, quien la semana pasada ordenó a sus tropas "suavizar" sus operaciones contra los sublevados para posibilitar un diálogo con Bozizé. En un comunicado en francés leído por Mbaye, apeló a todas las fuerzas de seguridad del país a volver a sus cuarteles, mientras algunos testigos aseguraron haber visto a soldados quitándose los uniformes. En sango, idioma local, el portavoz agregó que "el presidente de la República agradece la calurosa bienvenida" de los habitantes de Banguí, a los que instó a permanecer en sus casas y no participar en saqueos como los que se registraron en las residencias de personalidades del régimen de Patassé.
Antes de proclamarse jefe de Estado, Bozizé anunció la suspensión de la Constitución y la disolución del Parlamento. En una alocución transmitida por radio a toda la nación justificó la asonada militar para poner fin a "la mala gestión del país (por parte del Gobierno) y su incapacidad de hacer frente a sus responsabilidades". El líder golpista indicó que instaurará un Consejo Nacional de Transición -que sustituirá eventualmente a la actual Asamblea Legislativa- que estará formado por representantes de los partidos políticos más importantes, antiguos jefes de Estado y "otros", incluidos grupos para la defensa de los derechos humanos.
El militar rebelde subrayó que planea pedir al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional una "ayuda pos-conflicto" y prometió a todos sus conciudadanos "la paz y la reconciliación", así como la "unión" de los militares centroafricanos, ahora "divididos en líneas políticas". Asimismo, dijo que terminará con la excesiva burocracia del Gobierno e iniciará una campaña para combatir el Sida, que afecta a una gran parte de la población centroafricana.
Dos aviones militares franceses evacuaron a sesenta de sus ciudadanos de Bangui, la capital de la República Centroafricana, donde el general Francois Bozizé dio el sábado un golpe de Estado para hacerse con el poder. El Ministerio francés de Defensa indicó que trescientos de sus soldados controlan el aeropuerto con el objetivo de permitir la evacuación de los cientos de extranjeros que permanecen en el país. Bangui, la capital de la República Centroafricana, permanece bajo toque de queda después de que el sábado pasado, militares a la orden del general Francois Bozizé encabezara un golpe de Estado, suspendiera la Constitución y disolviera el Parlamento. La asonada tuvo lugar cuando el jefe de Estado reconocido, Ange-Félix Patassé, volvía de Niamey (Níger). El avión tuvo que desviarse ante los disparos de ametralladora de que fue blanco cuando se acercaba a la pista. Por lo pronto, Camerún le ha concedido asilo político bajo la condición de que no realice declaraciones.
Analistas locales indicaron que la entrada de los rebeldes en Banguí parece haber sido facilitada, irónicamente, por el propio Patassé, quien la semana pasada ordenó a sus tropas "suavizar" sus operaciones contra los sublevados para posibilitar un diálogo con Bozizé. En un comunicado en francés leído por Mbaye, apeló a todas las fuerzas de seguridad del país a volver a sus cuarteles, mientras algunos testigos aseguraron haber visto a soldados quitándose los uniformes. En sango, idioma local, el portavoz agregó que "el presidente de la República agradece la calurosa bienvenida" de los habitantes de Banguí, a los que instó a permanecer en sus casas y no participar en saqueos como los que se registraron en las residencias de personalidades del régimen de Patassé.
Antes de proclamarse jefe de Estado, Bozizé anunció la suspensión de la Constitución y la disolución del Parlamento. En una alocución transmitida por radio a toda la nación justificó la asonada militar para poner fin a "la mala gestión del país (por parte del Gobierno) y su incapacidad de hacer frente a sus responsabilidades". El líder golpista indicó que instaurará un Consejo Nacional de Transición -que sustituirá eventualmente a la actual Asamblea Legislativa- que estará formado por representantes de los partidos políticos más importantes, antiguos jefes de Estado y "otros", incluidos grupos para la defensa de los derechos humanos.
El militar rebelde subrayó que planea pedir al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional una "ayuda pos-conflicto" y prometió a todos sus conciudadanos "la paz y la reconciliación", así como la "unión" de los militares centroafricanos, ahora "divididos en líneas políticas". Asimismo, dijo que terminará con la excesiva burocracia del Gobierno e iniciará una campaña para combatir el Sida, que afecta a una gran parte de la población centroafricana.