L D (EFE) "Una cosa es segura: no tenemos derecho a un nuevo fracaso. Queremos llegar antes de finales del próximo año a un Constitución para el conjunto de los Estados europeos", afirma Villepin.
El principal escollo en Bruselas fue el sistema de voto por doble mayoría, al que se opusieron España y Polonia, y defendido por Alemania y Francia, con el apoyo de "países tan diferentes como los del Benelux, Grecia, Finlandia, Hungría y el Reino Unido", recuerda Villepin.
En su opinión, proclamar un acuerdo sin el apoyo de todos los países "habría significado elegir la confrontación" y "correr el riesgo de una crisis" por lo que "es mejor darse tiempo". "Quizá fue presuntuoso pensar que el impulso de la Convención iba a permitirnos lograr un acuerdo en tres meses. La cumbre de Bruselas ha preservado al menos nuestras opciones de hacer una Constitución ambiciosa para toda Europa", añade Villepin.