LD (EFE) Después de la reunión en Londres del "5+1", el ministro francés de Asuntos Exteriores, Philippe Douste-Blazy, indicó que hay "muchas posibilidades" de que "rápidamente nos podamos poner de acuerdo" sobre una "segunda resolución" con "sanciones económicas" contra Irán.
Douste-Blazy calificó de éxito la reunión en Londres y opinó que un eventual ataque militar de EEUU contra las instalaciones nucleares iraníes "es algo que no está en absoluto de actualidad hoy". Enseguida, insistió en que la comunidad internacional está inmersa en "la negociación de una resolución sobre sanciones económicas.
Irán, a través de su ministro de Asuntos Exteriores, Manucher Mottaki, declaró en Teherán que su país nunca suspenderá el enriquecimiento de uranio pero que está dispuesto a negociar su programa nuclear "sin condiciones previas".
El jefe de la diplomacia iraní explicó que "la exigencia para que Irán suspenda el enriquecimiento no tiene base jurídica, y se fundamenta en una estratégica política errónea. Nunca lo haremos". También reafirmó que la República Islámica "nunca abandonará su derecho a tener tecnología nuclear para uso pacífico".
Mottaki reiteró que su país está dispuesto a ofrecer "garantías" para asegurar a la comunidad internacional sus actividades nucleares "no serán desviadas" y que Irán no producirá armas de destrucción masiva. Destacó que el programa iraní "es transparente" y se realiza "bajo la supervisión de los inspectores de la Agencia Internacional del a Energía Atómica (AIEA). No hay problemas para los inspectores viajen a Irán cuando lo deseen".
Mientras tanto y tras reiterar que su país "ya es una de las grandes potencias nucleares del mundo", el vicepresidente iraní, Beruiz Daudi, aseguró que su país comenzará "próximamente" a utilizar la energía nuclear en la industria. Indicó que Irán ha conseguido enriquecer uranio con un porcentaje de entre tres y cinco por ciento para la producción de combustible nuclear. También reafirmó que la República Islámica seguirá adelante con el enriquecimiento de uranio, algo que, insistió, "nadie puede frenar".