LD (EFE) Tras el asesinato de seis funcionarios de la prisión de Matamoros y una semana después de que el Ejército y la Policía federal mexicana tomaran el control de la cárcel de alta seguridad de La Palma, donde cumplen condena importantes narcotraficantes, el presidente Vicente Fox dirigió un contundente mensaje a los capos de la droga: la apertura de una "guerra de estado" contra las bandas criminales.
Tras la masacre en Matamoros, Fox reunió este jueves al Consejo de Seguridad Nacional mexicano, formado por los ministro de Interior, Seguridad Pública, Defensa y Marina, así como por el fiscal general, y les instó a "utilizar coordinadamente todos los recursos que la ley le confiere para combatir de manera frontal y decidida a los grupos delictivos".
La nota de prensa emitida al termino de la reunión por la oficina de la Presidencia indica que "en esta lucha contra la delincuencia, el Gobierno federal no tendrá más límite que el que la Constitución le marca, y en razón de ello convoca a todos los actores políticos, económicos, sociales y a los ciudadanos (...) a respaldar las acciones del Ejecutivo".
Sobre el asesinato de los seis funcionarios de la cárcel de Matamoros, el procurador general, Rafael Macedo, dijo que muy probablemente detrás del crimen están los sicarios del cártel narcotraficante del Golfo, que encabeza Osiel Cárdenas Guillén, recluido en la cárcel de alta seguridad de La Palma. Los cadáveres de los funcionarios de la prisión fueron hallados en un descampado cerca del penal, con los ojos vendados y atados de pies y manos, con señales de haber sido ejecutados del modo como suelen hacerlo las bandas de narcotraficantes.