LD (Agencias) Unos diez millones de ciudadanos estadounidenses de los sureños estados de Florida, Colorado, Texas y Arkansas han sido los primeros en votar para elegir de entre George Bush y John Kerry, al próximo presidente de EEUU.
Utilizando un nuevo sistema que forma parte de las reformas implementadas tras los problemas electorales de 2000 que durante 36 días retrasaron los resultados finales, las autoridades enviaron a los votantes días antes del proceso una papeleta de muestra y una guía en inglés y español sobre cómo emitir su sufragio.
Sin embargo, medios de comunicación estadounidenses han dado cuenta de que el sistema no es perfecto porque se han presentado irregularidades en algunos condados de Florida ocasionados por problemas en la conexión de ordenadores con las oficinas de varios de los supervisores electorales. El principal problema se presentó en la ciudad de Orange donde las computadores dejaron de funcionar unos diez minutos. En Broward, algunos de los centros tuvieron dificultades en conectar las computadoras portátiles usadas para confirmar el registro del votante. Las demoras provocaron que muchos electores desistieran y decidieran regresar otro día a votar.
En Miami-Dade trabajan unos ocho mil funcionarios y voluntarios para asegurar la buena marcha del proceso. Allí se han instalado 7.200 máquinas de las llamadas "pantalla táctil" para que los ciudadanos emitan su sufragio. Seth kaplan, portavoz del Departamento de Elecciones ha dicho que ese condado "tiene 1.059.009 electores, la cifra más alta en la historia, algo que nunca habíamos visto antes.