Los resultados oficiales provisionales de las elecciones presidenciales celebradas en Austria confirman el triunfo de Heinz Fischer, reelegido así para un segundo mandato de seis años.
Con la totalidad de los sufragios escrutados, salvo el voto por correo, el socialdemócrata Fischer, de 72 años, obtuvo el 78,9 por ciento de los votos emitidos, informó la ministra del Interior, Maria Fekter ante las cámaras de televisión.
Tras Fischer se situaron la diputada ultranacionalista Barbara Rosenkranz, con 15,6 por ciento, y el conservador Rudolf Gehring, con un 5,4 por ciento de los sufragios.
La participación fue del 49,2%, más de 20 puntos inferior a la registrada en los comicios de 2004.
En declaraciones a la televisión pública ORF, Fischer aseguró que la alta abstención no enturbia su alegría por el apoyo masivo que recibió del electorado."Sobre eso (la participación) habrá sin duda discusiones, pero yo estoy simplemente feliz con ese 78 por ciento", señaló.
La seguridad con la que se anticipaba el triunfo de Fischer, junto a un espléndido día de sol en esta jornada electoral, contribuyeron a que muchos de los 6,4 millones de austríacos con derecho a voto optasen por salir a pasear en lugar de ir a los colegios electorales.
Pero también influyó el Partido Popular (ÖVP), socio de los socialdemócratas (SPÖ) en la coalición de Gobierno, que desistió de presentar un candidato propio en estos comicios, dejando a muchos de sus seguidores sin una figura a la que votar.
Por otro lado, en la historia de la República de Austria hasta ahora jamás perdió un presidente que se presentó a la reelección para un segundo mandato.