LD (Efe) "Esperaba mejores resultados, pero seguimos siendo el partido más grande de Finlandia", dijo a la prensa un Vanhanen circunspecto tras conocer el escrutinio.
La gran sorpresa de la jornada fue el fuerte avance de la conservadora Coalición Nacional, el principal partido de la oposición, que a punto estuvo de superar a los centristas y se convirtió en la segunda fuerza política del país nórdico desplazando a los socialdemócratas.
La Coalición Nacional, liderada por el joven Jyrki Katainen, de 35 años, subió 3,7 puntos y consiguió el 22,3 por ciento de los votos, obteniendo 50 escaños, 10 más que en los anteriores comicios.
Tras conocer los resultados, Katainen se mostró exultante y afirmó a la prensa que su partido es "el gran ganador de estas elecciones".
"Parece que los finlandeses han dicho "basta" al actual panorama político porque quieren un cambio", declaró.
Katainen contó con la inestimable ayuda de su antecesor al frente de la Coalición Nacional, el ex ministro de Finanzas Sauli Niinistö, quien regresó a la política finlandesa después de tres años como directivo del Banco Europeo de Inversiones.
La popularidad de Niinistö es tal que estuvo a punto de arrebatar la Presidencia de la República a Tarja Halonen, la gran favorita, durante las presidenciales de 2006.
En estos comicios Niinistö fue el candidato más votado con diferencia, obteniendo casi el triple de sufragios que el primer ministro Vanhanen, quien concurría en la misma circunscripción.
El partido más perjudicado en las elecciones de hoy fue el SDP, liderado por el ministro de Finanzas Eero Heinäluoma, principal socio de los centristas en la coalición de Gobierno.
Los socialdemócratas obtuvieron el 21,5 por ciento de los votos, casi tres puntos menos que en 2003, por lo que pierden 8 escaños y pasan a ser la tercera fuerza política de Finlandia con 45 diputados.
La gran sorpresa de la jornada fue el fuerte avance de la conservadora Coalición Nacional, el principal partido de la oposición, que a punto estuvo de superar a los centristas y se convirtió en la segunda fuerza política del país nórdico desplazando a los socialdemócratas.
La Coalición Nacional, liderada por el joven Jyrki Katainen, de 35 años, subió 3,7 puntos y consiguió el 22,3 por ciento de los votos, obteniendo 50 escaños, 10 más que en los anteriores comicios.
Tras conocer los resultados, Katainen se mostró exultante y afirmó a la prensa que su partido es "el gran ganador de estas elecciones".
"Parece que los finlandeses han dicho "basta" al actual panorama político porque quieren un cambio", declaró.
Katainen contó con la inestimable ayuda de su antecesor al frente de la Coalición Nacional, el ex ministro de Finanzas Sauli Niinistö, quien regresó a la política finlandesa después de tres años como directivo del Banco Europeo de Inversiones.
La popularidad de Niinistö es tal que estuvo a punto de arrebatar la Presidencia de la República a Tarja Halonen, la gran favorita, durante las presidenciales de 2006.
En estos comicios Niinistö fue el candidato más votado con diferencia, obteniendo casi el triple de sufragios que el primer ministro Vanhanen, quien concurría en la misma circunscripción.
El partido más perjudicado en las elecciones de hoy fue el SDP, liderado por el ministro de Finanzas Eero Heinäluoma, principal socio de los centristas en la coalición de Gobierno.
Los socialdemócratas obtuvieron el 21,5 por ciento de los votos, casi tres puntos menos que en 2003, por lo que pierden 8 escaños y pasan a ser la tercera fuerza política de Finlandia con 45 diputados.
Este resultado abre nuevas posibilidades de cara a la formación del Gobierno, ya que Vanhanen podría prescindir del SDP y crear una coalición de centro-derecha junto a los conservadores.
De ser así, los socialdemócratas pasarían a liderar la oposición por primera vez desde 1995.
Vanhanen señaló que las conversaciones para formar Gobierno serán "muy difíciles", y anunció que, dados los resultados de hoy, la coalición será más amplia que la actual de tres partidos.
Sin embargo, descartó un Gobierno formado por las tres principales fuerzas, "porque creo que en una democracia debe haber una oposición fuerte", apuntó.
Los ex comunistas de la Alianza de Izquierdas se mantienen como cuarta fuerza política del país con el 8,8 por ciento y 17 escaños, aunque bajan 1,1 puntos, por delante de Los Verdes, con el 8,5 por ciento y 15 diputados.
Las demás fuerzas políticas que consiguieron entrar en el Parlamento fueron el Partido Popular Sueco (9 escaños, uno más que en 2003), los democristianos (7 escaños) y el grupo ultraconservador Verdaderos Finlandeses, que consiguió duplicar sus resultados y alcanzó 5 asientos.
El líder ultraconservador Timo Soini anunció que su grupo va a ser "una verdadera fuerza de oposición y una voz muy crítica contra la Unión Europea".
La participación definitiva, del 67,8 por ciento, fue menor de lo que se esperaba y dos puntos inferior a la de las anteriores elecciones.
Los comicios de hoy coincidían con el centenario de las primeras elecciones generales celebradas en la historia de este país nórdico.
En marzo de 1907, Finlandia se convirtió en el segundo país del mundo en conceder el voto a las mujeres, después de Nueva Zelanda, y el primero en permitirles además presentarse como candidatas.