LD (Agencias) El memorándum fue rubricado en Camberra por el jefe de la diplomacia australiana, Alexander Downer, y su homólogo filipino, Blas Ople, y abarca asuntos relacionados con la inteligencia, seguridad, defensa y reforzamiento de las leyes para combatir el fenómeno terrorista. Downer explicó que el tratado servirá para incrementar el intercambio de información entre los servicios de inteligencia de las dos naciones y para neutralizar las redes financieras usadas por las organizaciones terroristas.
El documento también contempla la intensificación de la cooperación en materia de aduanas, inmigración y transporte y la implementación de programas de asistencia técnica y de capacitación para hacer más efectiva la lucha antiterrorista. La firma del memorándum se produce meses después de que Filipinas criticara, al igual que Indonesia y Malasia, la propuesta australiana de realizar ataques preventivos contra objetivos terroristas en el Sudeste Asiático ante la amenaza de atentados en la región.
El Gobierno de Australia ha concentrado su agenda en la lucha antiterrorista tras el atentado del pasado 12 de octubre en la isla indonesia de Bali, que acabó con la vida de unas 200 personas, entre ellas 88 australianos. Camberra también cerró temporalmente su embajada en Manila por temor a ataques similares al de Bali, atribuido a la organización Yemaah Islamiya, el brazo de la red terrorista Al-Qaeda en el Sudeste Asiático.
El documento también contempla la intensificación de la cooperación en materia de aduanas, inmigración y transporte y la implementación de programas de asistencia técnica y de capacitación para hacer más efectiva la lucha antiterrorista. La firma del memorándum se produce meses después de que Filipinas criticara, al igual que Indonesia y Malasia, la propuesta australiana de realizar ataques preventivos contra objetivos terroristas en el Sudeste Asiático ante la amenaza de atentados en la región.
El Gobierno de Australia ha concentrado su agenda en la lucha antiterrorista tras el atentado del pasado 12 de octubre en la isla indonesia de Bali, que acabó con la vida de unas 200 personas, entre ellas 88 australianos. Camberra también cerró temporalmente su embajada en Manila por temor a ataques similares al de Bali, atribuido a la organización Yemaah Islamiya, el brazo de la red terrorista Al-Qaeda en el Sudeste Asiático.