LD (EFE) Fariñas ha decidido poner fin a la huelga "pero no a sus demandas al Gobierno, las cuales mantendrá vivas, de otras formas, a partir del momento en que termine su rehabilitación", afirmó un comunicado divulgado por la "Asamblea para Promover a la Sociedad Civil", que encabeza la disidente Martha Beatriz Roque.
En los últimos meses, el disidente, ingresado en un hospital de Santa Clara (centro del país), había recibido por vía intravenosa sueros alimentarios para mantenerse con vida, pero su estado se agravó recientemente debido al deterioro causado por el prolongado ayuno. Fariñas, psicólogo de 43 años, director de la agencia de prensa independiente Cubanacán Press, inició el pasado 31 de enero una huelga de hambre en demanda de que el Gobierno le facilite el servicio de Internet en su domicilio.
Hernández, la madre del disidente, dijo que se siente "más aliviada", aunque preocupada por el estado de salud de su hijo, "porque ahora hay que ver la evolución". "Es un tratamiento que lleva su tiempo, ver la reacción de su organismo, su recuperación no es de inmediato, la rehabilitación demorará meses", agregó. Recordó que actualmente Fariñas tiene fiebre y está "inmunodeprimido" y en ese estado no era posible administrarle un nuevo ciclo de alimentación parenteral (vía intravenosa).
Hernández, la madre del disidente, dijo que se siente "más aliviada", aunque preocupada por el estado de salud de su hijo, "porque ahora hay que ver la evolución". "Es un tratamiento que lleva su tiempo, ver la reacción de su organismo, su recuperación no es de inmediato, la rehabilitación demorará meses", agregó. Recordó que actualmente Fariñas tiene fiebre y está "inmunodeprimido" y en ese estado no era posible administrarle un nuevo ciclo de alimentación parenteral (vía intravenosa).
Hernández informó la noche del pasado miércoles de que Fariñas estaba "grave", ingresado en una habitación de la unidad de terapia intensiva del hospital provincial "Arnaldo Milián Castro", de Santa Clara, situada unos 300 kilómetros al este de La Habana. Tras amenazar con abandonar el hospital, la semana pasada, el disidente fue trasladado a una habitación en la que le permiten recibir visitas separado de ellas por una mampara de vidrio. El opositor cubano ha realizado 20 huelgas de hambre desde 1995.