L D (EFE) Miembros de la brigada antiterrorista de la Policía metropolitana de Londres, en colaboración con los servicios de contraespionaje (MI-5), llevaron a cabo los arrestos de los dos hombres, uno de los cuales es un ex agente renegado de la KGB rusa.
Según el diario, ambos hombres, de 40 y 36 años, estaban tratando de reclutar a exiliados rusos en el Reino Unido para que participasen en la conspiración. Los dos detenidos fueron interrogados durante cinco días, de acuerdo con la ley antiterrorista británica, y puestos en libertad el viernes pasado bajo la condición de que regresasen a Rusia, afirma el periódico británico.
El plan fue descubierto por Scotland Yard hace nueve días, después de ser alertados por Alexander Litvinenko, un antiguo agente de inteligencia ruso exiliado en el Reino Unido, que denunció estar en contacto con los organizadores de la trama. Litvinenko, que reside en el Reino Unido desde hace tres años, aseguró que los organizadores del plan sugirieron que el asesinato de Putin debía ser cometido por rebeldes chechenos y que le pidieron que los pusiese en contacto con el magnate Boris Berezovski, asilado en el Reino Unido.
Según añade The Sunday Times , la intención era que Berezovski financiase el magnicidio de Putin. Sin embargo, el empresario, junto con Litvinenko, temieron que se tratase de una trampa para implicarlos en un plan para asesinar a Putin y acudieron a la Policía. Berezovski, uno de los grandes aliados del ex presidente ruso Boris Yeltsin, cayó en desgracia en el Kremlin con la llegada de Putin y se autoexilió hace unos años al Reino Unido, donde en septiembre pasado logró que se le concediese asilo político.
Según el diario, ambos hombres, de 40 y 36 años, estaban tratando de reclutar a exiliados rusos en el Reino Unido para que participasen en la conspiración. Los dos detenidos fueron interrogados durante cinco días, de acuerdo con la ley antiterrorista británica, y puestos en libertad el viernes pasado bajo la condición de que regresasen a Rusia, afirma el periódico británico.
El plan fue descubierto por Scotland Yard hace nueve días, después de ser alertados por Alexander Litvinenko, un antiguo agente de inteligencia ruso exiliado en el Reino Unido, que denunció estar en contacto con los organizadores de la trama. Litvinenko, que reside en el Reino Unido desde hace tres años, aseguró que los organizadores del plan sugirieron que el asesinato de Putin debía ser cometido por rebeldes chechenos y que le pidieron que los pusiese en contacto con el magnate Boris Berezovski, asilado en el Reino Unido.
Según añade The Sunday Times , la intención era que Berezovski financiase el magnicidio de Putin. Sin embargo, el empresario, junto con Litvinenko, temieron que se tratase de una trampa para implicarlos en un plan para asesinar a Putin y acudieron a la Policía. Berezovski, uno de los grandes aliados del ex presidente ruso Boris Yeltsin, cayó en desgracia en el Kremlin con la llegada de Putin y se autoexilió hace unos años al Reino Unido, donde en septiembre pasado logró que se le concediese asilo político.