LD (Agencias) El periódico británico The Independent informa en su edición de este viernes que la Policía ha decidido aumentar la seguridad en el metro londinense aumentando el número de agentes de uniforme y de incógnito en las estaciones, más cámaras de circuito cerrado y revisión a posibles sospechosos.
Una de las medidas de seguridad será la presencia de agentes en el subterráneo acompañados con perros entrenados para detectar explosivos. Además, la Policía Metropolitana está considerando instalar en las entradas de las estaciones arcos de detectores de metales o sensores pequeños para la detección de bombas.
Bombas intactas
Mientras, los investigadores tratan de localizar a los terroristas que este jueves, emulando el 7-J, trataron de hacer explotar cuatro bombas, tres en estaciones del metro y una en un autobús de dos pisos. A la Policía le preocupa el "alto nivel de coordinación" de unos individuos que andan aún sueltos y que han puesto de relieve la vulnerabilidad de la capital británica ante ese tipo de ataques.
La suerte, esta vez, es que los artefactos no llegaran a explotar y están en parte intactos, lo cual debería facilitar la labor de los investigadores en la búsqueda de huellas y de la captura de los responsables. Tres de las bombas utilizadas son, según fuentes policiales, del mismo tamaño y del mismo peso que las que causaron hace dos semanas cincuenta y seis muertos y unos setecientos heridos en tres estaciones de metro y un autobús de la capital. El cuarto explosivo era, sin embargo, de menor tamaño y estaba al parecer en el interior de una caja de plástico.
De momento la Policía no ha podido determinar si los cuatro terroristas que perdieron la vida el 7 de julio- tres de ellos británicos de origen paquistaní y el cuarto, de ascendencia jamaicana- formaban parte de una red más amplia con posibles conexiones con Pakistán.
Amenaza a Europa
Este lunes también ha trascendido que "Las brigadas de Abú Hafs al-Masri", el mismo grupo que reivindicó los atentados del once de marzo en Madrid y los del siete de julio en Londres, ha asumido la autoría de los fallidos ataques. Los terroristas afirman en un comunicado aparecido en una web islamista -aunque no de las más usadas por grupos islamistas- que mantendrán los atentados en los países europeos que mantienen "sus soldados infieles de la tierra de Mesopotamia (Irak)".
La Policía pide más atribuciones
La nueva serie de atentados parece apuntar, según algunos expertos, a la existencia de una segunda "célula terrorista" independiente de la anterior, y que en esta ocasión no estaría centrada en Leeds, ciudad del norte de Inglaterra donde vivían tres de los anteriores terroristas suicidas. Para arrestarlos, la Policía ha hecho saber al primer ministro, Tony Blair, que necesita mayores poderes para hacer frente a la amenaza terrorista, como el de poder mantener detenido a un sospechoso sin cargos hasta tres meses en lugar del tope actual de dos semanas.