LD (Agencias) La penúltima jornada de la XXV Asamblea General del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), celebrada en La Habana, tuvo como protagonista al líder campesino boliviano Evo Morales. En su intervención, el dirigente cocalero llamó a la unidad latinoamericana para derrotar al "imperialismo" pacíficamente y arremetió contra el Banco Mundial y el FMI, que "tendrán que pagar el daño" causado en la región.
El diputado por el Movimiento al Socialismo, uno de los impulsores de las violentas marchas contra el proyecto para la exportación de gas natural boliviano a México y EEUU, matizó que "no creo ya que la vía armada sea el modo de transformar nuestros países". Sin embargo, Morales denunció la "impresionante soberbia del imperialismo norteamericano" y criticó a organismos financieros internacionales, como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional, a los que calificó de "instrumentos del imperio". Criticó también la política estadounidense de lucha contra el narcotráfico en América Latina y la política de las certificaciones que concede anualmente EEUU. "El narcotráfico es un gran pretexto para que EEUU mejore el control de poder hacia nuestros países (...) Instrumentos como la certificación son instrumentos de sometimiento", dijo.
En el debate dedicado a los movimientos sociales en la región, a la que asistió el dictador cubano Fidel Castro, Evo Morales se refirió también a la situación que se vive en Bolivia, donde las protestas sociales provocaron la caída del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, sustituido por Carlos Mesa. En ese sentido, advirtió que el nuevo presidente "tiene que respetar a los movimientos sociales, no a las trasnacionales" y, en ese sentido, se lamentó de que el nuevo mandatario, "como es empresario neoliberal, lanzó un excelente discurso, pero ahora no está respondiendo a las demandas de cambio".