Evo Morales, con la vista puesta en la Venezuela de Chávez, pretende hacer del Ejército un puntal de su régimen

 
El pasado 24 de enero, apenas dos días después de asumir la Presidencia, el mandatario ultraizquierdista denunció que "algunas fronteras, lamentablemente, están abandonadas" y se comprometió a resolver la situación con la unidad del Gobierno, los campesinos y los militares.

A raíz de la huelga del viernes en cuatro departamentos, que le acusan de "autoritario", Morales insistió en la alianza campesinos-militares, tras afirmar que la oposición "conspira" contra la reforma constitucional que él impulsa, así como contra la nacionalización de los hidrocarburos, decretada en mayo, y su Gobierno.

"Sólo con las Fuerzas Armadas y las movilizaciones sociales vamos a recuperar todos los recursos naturales, no solamente los hidrocarburos –dijo–. La mejor garantía es el pueblo organizado legítimamente junto a las Fuerzas Armadas".

Según San Miguel, hay una propuesta para que la Asamblea Constituyente, en funcionamiento desde el 6 de agosto, cree un Fondo de Defensa Nacional con aportes directos del tesoro público para la renovación y reposición de equipamiento militar. También se estudia la posibilidad de entregar a los militares un 2% del impuesto a los hidrocarburos (entre ocho y nueve millones de dólares).  

Por lo que hace a los planes sobre nuevas bases militares en zonas fronterizas, La Razón destaca la creación de una unidad de elite en la Amazonía, con unos 2.500 efectivos y aeropuerto, que será instalada con apoyo de Venezuela.