L D (Agencias) Los presidentes de Bolivia y de Venezuela fortalecieron su alianza con duras críticas a Estados Unidos en una masiva recepción popular organizada por el primero en su fortín de la región de productores de coca del Chapare. Una jornada en la que firmaron 16 convenios de cooperación, en aplicación de un acuerdo tripartito con Cuba, y se unieron para anunciar que los tres países están empeñados en el socialismo para combatir la política "imperial" de Estados Unidos.
Chávez firmó este viernes los compromisos de su gobierno, en diversas áreas, que serán financiados por Venezuela en beneficio de Bolivia, en un acto en el que también participó el vicepresidente cubano, Carlos Lage, en el Palacio de Gobierno de la ciudad de La Paz.
Entre los convenios destacan la compra de bonos del Tesoro General de la Nación de Bolivia por parte de Venezuela, por un valor de 100 millones de dólares, y la conformación de una sociedad entre las estatales petroleras de ambos países para explorar y explotar hidrocarburos en territorio boliviano. La empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA) prometió realizar las inversiones en una sociedad de partes iguales a la vez que otras entidades del Ejecutivo de Caracas darán asistencia técnica a estudiantes, profesionales y militares bolivianos en varios sectores.
Morales insistió en defender la nacionalización de hidrocarburos dictada hace tres semanas en Bolivia y recalcó que es una medida que no tiene regreso porque fue un ejercicio de la soberanía y que servirá para "acabar la bancarrota" en Bolivia. Reiteró que su administración está preparando "nuevas sorpresas", para la recuperación de los recursos naturales, como la tierra y el agua, en beneficio de los pobres.
"Esta lucha va a continuar, hay mucho que hacer, y quien dice que se deteriora la democracia, está equivocado", sostuvo en alusión al presidente de EEUU, de quien dijo que "parece que quiere ver a la democracia boliviana sometida". Sin mencionar nombres, Morales también repitió su creencia de que existe una conspiración contra su gobierno. "Sí quieren intentar, quieren provocarnos", señaló, confiado en que los pobres lo defenderán. Su discurso culminó con un grito en quechua: "Huañuchun yanquis" (que se mueran los yanquis), el grito de los cocaleros.
Chávez dedicó la mayor parte de su discurso de una hora a advertir al gobierno estadounidense de que no se atreva a intervenir en los asuntos internos de los países latinoamericanos. Además, afirmó que están "construyendo socialismo, todos los días, y derrotando el capitalismo", en una "gran estrategia".