L D (EFE) Alonso hizo este anuncio en una conferencia de prensa ofrecida a su llegada a Riga junto al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, para asistir a la Cumbre de la OTAN que se celebra en la capital letona.
El titular de Defensa insistió en que España no aumentará sus tropas en Badghis, al oeste de Afganistán, y que seguirán allí haciendo labores de reconstrucción civil y ayuda a la población. La presencia española en Afganistán se centra en la provincia de Badghis, donde las tropas españolas lideran una base de apoyo FSB en Herat y una Unidad de Reconstrucción Provincial (PRT) en Qala e Naw, con más de 700 efectivos
Según Alonso la misión ISAF, que lidera la OTAN en Afganistán, está encargada por Naciones Unidas y tiene como finalidad la reconstrucción civil del país. El ministro admitió que en los últimos tiempos ha aumentado "el riesgo objetivo" en todas partes del territorio, también en el oeste, donde están asentadas las tropas españolas.
Ante la petición de la Alianza y de EEUU de aumentar los efectivos de la ISAF y mayor movilidad en todo el país, España ha dado la espalda a sus aliados, aunque según Alonso mantiene su apoyo a la misión, pero con más énfasis en la reconstrucción civil, dijo el ministro. Dijo el ministro que la voluntad de España es seguir en los mismos términos, en la misma zona de responsabilidad (provincia de Baghis) y hacer lo que se hace hasta ahora, con las mismas tropas "pensadas y dimensionadas para la misión que están cumpliendo" de reconstrucción civil. Puso como ejemplo de la "excelente" labor de los soldados españoles la construcción de redes de tendido eléctrico, puentes, hospitales y redes de agua, entre otras infraestructuras
Sobre la movilidad de las tropas, Alonso también se negó a la petición de la OTAN porque, según dice, "no tiene sentido" que las tropas españolas acudan a otra zona fuera del oeste, pero concretó que la voluntad del Gobierno es que ante una situación de emergencia, como ayudar a soldados heridos o rescates, "nuestros soldados estarán allí". En este sentido fue contundente: "Para que salgan del oeste deben recibir el permiso de las autoridades españolas y no de los mandos de la ISAF".
A pesar de la rotunda negativa a colaborara con la OTAN, dice Alonso que España es un país atlantista, europeísta e interesado en la OTAN, y que el Gobierno español tiene "muy claro" que el discurso político y militar de la Alianza debe estar enmarcado en el contexto de la ONU y las organizaciones de derechos humanos. Dijo que cualquier intervención militar debe tener como fin ayudar a la política y defender los derechos humanos, y expresó la necesidad de que los países de la UE tengan más protagonismo político y presencia en la toma de decisiones y en las operaciones militares de la OTAN.
Sobre la fuerza de respuesta rápida (NRF) de la OTAN, uno de los asuntos que centra esta reunión de Riga, Alonso dijo que al parecer todos los países coinciden en la apuesta española de que su financiación sea común, es decir que no caiga sobre el país que lidere cada operación, como sucedió en la misión humanitaria de Pakistán el pasado año, que costó a España más de 16 millones de euros.
El titular de Defensa insistió en que España no aumentará sus tropas en Badghis, al oeste de Afganistán, y que seguirán allí haciendo labores de reconstrucción civil y ayuda a la población. La presencia española en Afganistán se centra en la provincia de Badghis, donde las tropas españolas lideran una base de apoyo FSB en Herat y una Unidad de Reconstrucción Provincial (PRT) en Qala e Naw, con más de 700 efectivos
Según Alonso la misión ISAF, que lidera la OTAN en Afganistán, está encargada por Naciones Unidas y tiene como finalidad la reconstrucción civil del país. El ministro admitió que en los últimos tiempos ha aumentado "el riesgo objetivo" en todas partes del territorio, también en el oeste, donde están asentadas las tropas españolas.
Ante la petición de la Alianza y de EEUU de aumentar los efectivos de la ISAF y mayor movilidad en todo el país, España ha dado la espalda a sus aliados, aunque según Alonso mantiene su apoyo a la misión, pero con más énfasis en la reconstrucción civil, dijo el ministro. Dijo el ministro que la voluntad de España es seguir en los mismos términos, en la misma zona de responsabilidad (provincia de Baghis) y hacer lo que se hace hasta ahora, con las mismas tropas "pensadas y dimensionadas para la misión que están cumpliendo" de reconstrucción civil. Puso como ejemplo de la "excelente" labor de los soldados españoles la construcción de redes de tendido eléctrico, puentes, hospitales y redes de agua, entre otras infraestructuras
Sobre la movilidad de las tropas, Alonso también se negó a la petición de la OTAN porque, según dice, "no tiene sentido" que las tropas españolas acudan a otra zona fuera del oeste, pero concretó que la voluntad del Gobierno es que ante una situación de emergencia, como ayudar a soldados heridos o rescates, "nuestros soldados estarán allí". En este sentido fue contundente: "Para que salgan del oeste deben recibir el permiso de las autoridades españolas y no de los mandos de la ISAF".
A pesar de la rotunda negativa a colaborara con la OTAN, dice Alonso que España es un país atlantista, europeísta e interesado en la OTAN, y que el Gobierno español tiene "muy claro" que el discurso político y militar de la Alianza debe estar enmarcado en el contexto de la ONU y las organizaciones de derechos humanos. Dijo que cualquier intervención militar debe tener como fin ayudar a la política y defender los derechos humanos, y expresó la necesidad de que los países de la UE tengan más protagonismo político y presencia en la toma de decisiones y en las operaciones militares de la OTAN.
Sobre la fuerza de respuesta rápida (NRF) de la OTAN, uno de los asuntos que centra esta reunión de Riga, Alonso dijo que al parecer todos los países coinciden en la apuesta española de que su financiación sea común, es decir que no caiga sobre el país que lidere cada operación, como sucedió en la misión humanitaria de Pakistán el pasado año, que costó a España más de 16 millones de euros.