El depuesto presidente hondureño se encuentra en la localidad nicaragüense de Ocotal, a 25 kilómetros de la frontera con Nicaragua, donde organiza con algunos de sus seguidores una resistencia pacífica que ha llamado "pacífica" después de haber fracasado por segunda vez en regresar a su país.
Zelaya habló por teléfono con el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, quien desde Venezuela le garantizó que el Gobierno de España hará todo lo necesario para que su retorno a Tegucigalpa "sea lo más rápidamente posible".
Moratinos, en una rueda de prensa en Caracas junto a su colega venezolano, Nicolás Maduro, afirmó que Zelaya se comprometió a evitar situaciones que puedan derivar en violencia y emplazó al Gobierno de Roberto Micheletti a actuar de la misma manera y permitir el regreso al orden constitucional. El ministro español instó a acelerar el proceso diplomático para encontrar una salida a la situación en Honduras a través de mediaciones como la del gobernante costarricense, Óscar Arias.
El portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Ian Kelly, reiteró que los intentos de entrar en Honduras por parte de Zelaya, el último de ellos el pasado viernes, sin haber logrado un acuerdo previo con el Gobierno "no ayudan" al proceso de mediación de Arias. "Seguimos urgiendo al presidente Zelaya a permitir que el proceso político prospere (...) y a todas las partes a abstenerse de acciones que no contribuyen a avanzar, dijo Kelly.
Aplazado el debate sobre la amnistía
El Congreso Nacional de Honduras celebraba este lunes una reunión para discutir la posibilidad de aceptar la propuesta de Arias de otorgar amnistía política a los involucrados en la crisis, mientras que el Tribunal Supremo Electoral analizará esta semana un posible adelanto de las elecciones generales.
El canciller chileno, Mariano Fernández, reveló que los Gobiernos de la región se plantean la creación de una comisión de ex jefes de Estado, entre los que estaría el ex presidente de Chile Ricardo Lagos, con el fin de convencer tanto a Zelaya como a Micheletti de aceptar la propuesta presentada por Arias.
En un artículo publicado por The Wall Street Journal, Micheletti indicó que la deposición de Zelaya fue "un triunfo del Estado de derecho", porque "había violado las leyes y la Constitución". El actual mandatario hondureño afirmó que se ha "distorsionado" lo ocurrido y pidió no ignorar "los hechos claves", como la unanimidad del Tribunal Supremo del país en declarar que Zelaya quería celebrar "un referéndum inconstitucional".
Micheletti recordó que el artículo 239 del texto constitucional hondureño establece que "cualquier presidente que busque reformar la Constitución para ampliar su mandato queda automáticamente incapacitado en su cargo". El político hondureño asegura que "el camino a seguir" ahora es trabajar con Arias, quien propone distintas maneras por las que "Zelaya cumpla con las leyes hondureñas y permita al pueblo de Honduras elegir un nuevo mandatario en las elecciones del próximo 29 de noviembre".