L D (EFE) La ministra española de Asuntos Exteriores puso en duda ante sus colegas europeos que el nuevo sistema de voto introducido en el borrador constitucional sea más eficaz que el del Tratado de Niza. Ante el "cónclave" de la Conferencia Intergubernamental (CIG) que negocia la primera Constitución europea, Palacio aseguró que nadie ha podido demostrar todavía que la "doble mayoría" (mitad de estados y 60 por ciento de la población) permitiría decidir más fácilmente en una Europa ampliada que mediante el reparto de votos ponderados establecido por el Tratado en vigor (Niza).
Ana Palacio también cuestionó que el sistema de voto propuesto por la Convención sea apoyado unánimemente y que sean sólo España y Polonia los que lo rechacen. El debate institucional de este sábado mostró, por el contrario, que aparte de España y Polonia, que no aceptan la "doble mayoría", un grupo muy numeroso de delegaciones, representantes de los países "pequeños", pide revisar a la baja el umbral de población (hasta el 50 por ciento).
Palacio defendió, por otro lado, la exigencia de los estados menos poblados de poder designar un comisario de su nacionalidad en la futura Comisión de la UE. El Ejecutivo comunitario ha de ser eficaz, reconoció, pero es preciso atender la reclamación de los estados que se adherirán a la Unión en 2004, todos "pequeños" salvo Polonia, para los que supone una cuestión de legitimidad el contar con un nacional dentro del corazón de las instituciones europeas.
Ana Palacio también cuestionó que el sistema de voto propuesto por la Convención sea apoyado unánimemente y que sean sólo España y Polonia los que lo rechacen. El debate institucional de este sábado mostró, por el contrario, que aparte de España y Polonia, que no aceptan la "doble mayoría", un grupo muy numeroso de delegaciones, representantes de los países "pequeños", pide revisar a la baja el umbral de población (hasta el 50 por ciento).
Palacio defendió, por otro lado, la exigencia de los estados menos poblados de poder designar un comisario de su nacionalidad en la futura Comisión de la UE. El Ejecutivo comunitario ha de ser eficaz, reconoció, pero es preciso atender la reclamación de los estados que se adherirán a la Unión en 2004, todos "pequeños" salvo Polonia, para los que supone una cuestión de legitimidad el contar con un nacional dentro del corazón de las instituciones europeas.