LD (Agencias) El periódico El Mundo asegura este martes que el Gobierno del presidente José María Aznar se dispone a cambiar su postura y aceptar que el Sahara sea declarado un territorio autónomo bajo soberanía de Marruecos hasta el año 2008. El cambio español, indica el rotativo, se debe a que ninguna de las partes implicadas en el conflicto (Marruecos, el Frente Polisario, Argelia y Mauritania) “han rechazado el plan elaborado por el enviado especial del secretario general de la ONU, el ex secretario de EEUU, James Baker”.
El texto explica que “Madrid fijará definitivamente su postura cuando el secretario general de la ONU, Kofi Annan, presente a finales de esta semana al Consejo de Seguridad el informe en el que debe conjugar las líneas maestras del plan Baker con las objeciones y matizaciones de cada una de las partes”. El Mundo da cuenta que “Marruecos ha lanzado una ofensiva diplomática para explicar entre los países miembros del Consejo de Seguridad sus planteamientos respecto a la propuesta de Baker. En el marco de estas visitas se encuadra la entrevista que el presidente español, José María Aznar, mantuvo este lunes con el ministro delegado de Asuntos Exteriores marroquí, Taieb Fassi Fihri”. En ese contexto, el rotativo señala que “se da por hecho que España aprobaría la celebración de un referéndum en el que participarían las 70.000 personas registradas en el viejo censo español más todas las que acrediten residencia en el territorio desde 1990”.
De acuerdo con el periódico, la nueva actitud de las partes, según medios diplomáticos, responde a “la presión del secretario general de la ONU, que hizo saber con claridad que ésta sería la última baza auspiciada por la organización y, en consecuencia, ninguno de los implicados quiere ser responsable del no al plan”. Para Argelia, indica, “el plan de Baker es aceptable siempre y cuando quede garantizado que la ONU controlará todo el proceso hasta el final, es decir, que estará presente en el territorio como única instancia mediadora hasta que se proceda a la celebración del referéndum definitivo de autodeterminación. Marruecos, por su parte, mantiene que el segundo referéndum debería poder ofrecer otras opciones al margen de la independencia. Rabat no ha hecho públicas sus peticiones, pero ha transmitido al Gobierno español alguno de los puntos de la propuesta de Baker que le preocupan: esencialmente, el contenido de la autonomía saharaui.”
Por último, El Mundo afirma que “el Frente Polisario, que tampoco ha rechazado la propuesta de Baker, hace hincapié en el futuro inmediato, es decir, en el periodo previo a la celebración del referéndum de autonomía. Reclaman un control estricto de la ONU sobre el censo electoral y mantienen que, en caso de que Naciones Unidas establezca un censo definitivo, debería estudiarse la posibilidad de suprimir el referéndum de autonomía y proceder ya a votar la independencia o la integración”.
El texto explica que “Madrid fijará definitivamente su postura cuando el secretario general de la ONU, Kofi Annan, presente a finales de esta semana al Consejo de Seguridad el informe en el que debe conjugar las líneas maestras del plan Baker con las objeciones y matizaciones de cada una de las partes”. El Mundo da cuenta que “Marruecos ha lanzado una ofensiva diplomática para explicar entre los países miembros del Consejo de Seguridad sus planteamientos respecto a la propuesta de Baker. En el marco de estas visitas se encuadra la entrevista que el presidente español, José María Aznar, mantuvo este lunes con el ministro delegado de Asuntos Exteriores marroquí, Taieb Fassi Fihri”. En ese contexto, el rotativo señala que “se da por hecho que España aprobaría la celebración de un referéndum en el que participarían las 70.000 personas registradas en el viejo censo español más todas las que acrediten residencia en el territorio desde 1990”.
De acuerdo con el periódico, la nueva actitud de las partes, según medios diplomáticos, responde a “la presión del secretario general de la ONU, que hizo saber con claridad que ésta sería la última baza auspiciada por la organización y, en consecuencia, ninguno de los implicados quiere ser responsable del no al plan”. Para Argelia, indica, “el plan de Baker es aceptable siempre y cuando quede garantizado que la ONU controlará todo el proceso hasta el final, es decir, que estará presente en el territorio como única instancia mediadora hasta que se proceda a la celebración del referéndum definitivo de autodeterminación. Marruecos, por su parte, mantiene que el segundo referéndum debería poder ofrecer otras opciones al margen de la independencia. Rabat no ha hecho públicas sus peticiones, pero ha transmitido al Gobierno español alguno de los puntos de la propuesta de Baker que le preocupan: esencialmente, el contenido de la autonomía saharaui.”
Por último, El Mundo afirma que “el Frente Polisario, que tampoco ha rechazado la propuesta de Baker, hace hincapié en el futuro inmediato, es decir, en el periodo previo a la celebración del referéndum de autonomía. Reclaman un control estricto de la ONU sobre el censo electoral y mantienen que, en caso de que Naciones Unidas establezca un censo definitivo, debería estudiarse la posibilidad de suprimir el referéndum de autonomía y proceder ya a votar la independencia o la integración”.