LD (EFE) La embajadora española en México, Cristina Barrios, se ha reunido con el secretario de Gobernación (ministro de Interior), Santiago Creel, para pedirle medidas ante la ola de secuestros del que es objeto la colonia española. Tras su encuentro, la diplomática dijo que "le pedimos a toda la colonia española que tome conciencia de las medidas que hay que adoptar".
Los secuestros inquietan a los 120.000 españoles que residen en México (que según el censo oficial suman unos 80.000), la mitad de los cuales vive en el Distrito Federal y el Estado de México, las entidades donde ha venido aumentando la comisión de ese delito. En los últimos tres meses ocho españoles fueron secuestrados pero sólo tres fueron liberados. Los demás fueron asesinados.
Barrios anunció que "tendremos reuniones con representantes de la comunidad española para explicarles las medidas preventivas que deben adoptar, en coordinación con las autoridades mexicanas". La embajadora se mostró satisfecha con el compromiso que ha adquirido el Gobierno federal a raíz de la reunión de este jueves a la que también acudieron el jefe de los servicios de inteligencia mexicanos, Eduardo Medina Mora; el cónsul general de España, Miguel Díaz-Pache, y presidentes de centros regionales españoles.
En México, el secuestro está tipificado como un delito de fuero común, salvo cuando es cometido por bandas criminales organizadas. Esa circunstancia, unida a la corrupción de los cuerpos de Policía local y a la manipulación política del problema, sitúa a los delincuentes fuera del alcance de las autoridades federales en la mayoría de los casos. Sin embargo, la embajadora de España aseguró que la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) -la corporación policial más profesional y mejor preparada para hacer frente a la delincuencia organizada- está plenamente capacitada para hacerse cargo de las investigaciones de los secuestros. Por ello, la embajadora recomendó "denunciar inmediatamente a la AFI" cualquier sospecha de rapto.
Según Barrios, el hecho de que los malhechores se hayan cebado últimamente con la comunidad española no responde a un patrón delictivo específico, sino que se trata de un exponente más del incremento de los secuestros. Pero recalcó que ello no afectará a las actuales inversiones españolas ni a proyectos futuros, porque "los españoles que estamos aquí -dijo- no estamos de paso".