L D (Europa Press) Todos los miembros de la ONU tienen derecho a votar de manera secreta y los países candidatos, que representan a las diferentes regiones, deben obtener las dos terceras partes de los votos, es decir, 128. En total, ocho países compiten por cinco escaños que están divididos por una concesión geográfica ya acordada de antemano y deberán relevar a Argentina, Dinamarca, Grecia, Japón y Tanzania, cuyos mandatos expiran el 31 de diciembre. En esta ocasión, Guatemala y Venezuela serán los dos países latinoamericanos que se disputarán el lugar que a fin de año dejará vacante Argentina.
En Asia, Indonesia, Corea del Sur y Nepal compiten por ocupar la plaza que abandonará Japón. En el caso de las otras regiones no habrá rivales ya que Sudáfrica es el único candidato por África y Bélgica e Italia serán los candidatos para las dos plazas vacantes para Europa Occidental y otros países.
Pese a ello, hoy deberá realizarse una votación formal para estos puestos. En todo caso, aunque los grupos regionales proponen candidatos, la Asamblea tiene la libertad de elegir a cualquier Estado miembro, según explica la ONU en un comunicado. Las únicas excepciones son los cinco miembros permanentes –Estados Unidos, Francia, China, Rusia, Reino Unido–, los que ya tienen un puesto en ese órgano o concluyen su periodo de dos años como miembros no permanentes.
La votación en la Asamblea se hace mediante papeletas que después se recuentan en presencia de representantes de los distintos países miembros "que no tengan un interés particular ni directo en las elecciones", según Antonio Menéndez Zubillaga, experto jurídico de la Oficina de Asesoría Jurídica de Naciones Unidas. Según explicó, estas personas serán testigos y refrendarán los resultados. También están presentes observadores de Asuntos Jurídicos de la ONU.
Las rondas de votación se repiten tantas veces como sea necesario cuando los candidatos de una región no obtienen las dos terceras partes de los votos, agregó. La elección más larga de la historia se produjo en 1979 cuando Cuba y Colombia se disputaban una plaza en el Consejo. Después de tres meses de votación ésta fue finalmente otorgada a México, candidato de consenso, por 133 votos.