Así lo manifestó María Teresa Fernández de la Vega en su intervención en Nueva York en la Conferencia de donantes "Hacia un nuevo futuro para Haití", auspiciada por Naciones Unidas en colaboración con los Gobiernos de Estados Unidos y Haití, junto con los principales países donantes: España, Brasil, Francia y Canadá.
De la Vega intervino ante los representantes de los 136 países que acudieron a esta cita, en la que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió a la comunidad internacional que contribuya a proporcionar los 3.900 millones de dólares del "ambicioso" plan diseñado para reconstruir el país antillano.
Algo más de 121 millones se entregarán a ese fondo de reconstrucción este mismo año , 75 millones el año próximo y el siguiente y 74,5 millones en 2013.
La ayuda se dirigirá a sectores concretos: agua y saneamiento, educación, habitabilidad básica, sostenibilidad medioambiental, seguridad alimentaria, agricultura y producción primaria, tal y como explicó De la Vega.
La vicepresidenta añadió que también es necesario mejorar los mecanismos institucionales: "Con el mismo ahínco y dedicación", la comunidad internacional debe acompañar a Haití en la construcción de unas instituciones "firmes y plenamente democráticas" y de una organización política que garantice un Estado estable, participativo, transparente y volcado en los ciudadanos".
"Un Estado capaz de asegurar a los haitianos los servicios básicos y una administración eficiente y honesta de sus intereses", apostilló.