LD (EFE) Los equipos de rescate están llevando a cabo una intensa búsqueda de supervivientes del huracán "Ike", degradado ahora a depresión tropical, que ha dejado un saldo de al menos catorce muertos a su paso por EEUU, mientras las autoridades tratan de evaluar los daños.
La oficina del gobernador de Texas, Rick Perry, hasta el momento han sido rescatadas cerca de dos mil personas, en lo que se ha descrito como la mayor operación de búsqueda y asistencia de la historia de ese estado. En Luisiana, los atendidos superan las seiscientas personas.
Se calcula que miles de personas desoyeron las recomendaciones de las autoridades de evacuar y se quedaron en las áreas más afectadas por el huracán, en especial en la isla de Galveston, donde "Ike" tocó tierra. Justamente en esa zona, los equipos de rescate han encontrado tres cuerpos que se suman a otras dos víctimas mortales en Texas, dos en Luisiana y otras siete en estados del centro de EEUU, por donde continuó su trayecto el huracán ya convertido en tormenta y después en depresión tropical.
Calculan que su trabajo continuará hasta el martes y Galveston será el último lugar que se complete. Las tareas de rescate se ven obstaculizadas por los numerosos escombros, vehículos y árboles derribados que se acumulan en la isla, así como por la intensa lluvia que sigue cayendo sobre la zona y que amenaza con nuevas inundaciones.
En Houston, la cuarta ciudad de EEUU, y donde el huracán azotó con toda su fuerza, se ha declarado un toque de queda entre las nueve de la noche y las seis de la mañana hasta el próximo sábado en vista de los daños causados. Cerca de dos millones de personas se encuentran sin electricidad y no funcionan los semáforos ni el alumbrado nocturno. Asimismo, muchas calles están cortadas por inundaciones o los escombros dejados por la tormenta. El aeropuerto y el puerto aún no han reiniciado sus operaciones.