L D (Agencias) Elegidos por la Asamblea de los Estados Parte de la Corte Penal Internacional (CPI) el pasado mes de febrero, 18 magistrados realizarán el juramento de rigor en la Sala de los Caballeros del Parlamento holandés y elegirán a su presidente. "En ese momento se producirá la transferencia de poder de lo político a lo judicial", resaltó el director adjunto de la Dirección de Servicios Comunes de la CPI, Sam Muller. En la ceremonia, que de forma simbólica se convertirá al final en la primera audiencia publica de la CPI, estarán presentes 550 invitados entre periodistas, diplomáticos, ministros y otros políticos. Algunos de los países miembros de Naciones Unidas que no han ratificado el Estatuto aprobado en Roma en 1998 -que dio origen a la CPI-, enviarán a sus embajadores. Sin embargo, no estará presente ningún miembro del Gobierno de EEUU ya que ha declinado la invitación para asistir.
La Corte ha nacido con la acérrima oposición de Washington que ha protagonizado una intensa campaña mundial para impedir que sus soldados sean juzgados, y con el rechazo de países como Israel, India y China, lo que ha provocado grandes dudas sobre su efectividad. Hasta el momento más de una veintena de gobiernos han firmado un acuerdo bilateral con Washington en el que se comprometen a no entregar a la CPI ciudadanos estadounidenses llegado el caso. Hasta ahora se han recibido más de 200 denuncias en forma de carta, correo electrónico o fax, entre las que hay algunas muy graves.
La Corte es el primer tribunal con carácter permanente que puede juzgar a criminales de guerra, pero su competencia se reduce a las transgresiones cometidas en Estados Parte o por ciudadanos de los Estados Parte, desde el 1 de julio pasado, ya que no tiene efectos retroactivos. En esa fecha entró en vigor el Estatuto de Roma, sesenta días después de que sesenta países, entre los que se encuentra España, lo ratificaran, aunque a la fecha son ya 89 los gobiernos que lo respaldan. En la ceremonia no estará presente el Fiscal debido a que no se ha presentado ningún candidato oficial, aunque fuentes de la CPI reconocen que se está llevando a cabo una gran actividad diplomática entre bastidores para llegar a un consenso entre Estados.
La Corte ha nacido con la acérrima oposición de Washington que ha protagonizado una intensa campaña mundial para impedir que sus soldados sean juzgados, y con el rechazo de países como Israel, India y China, lo que ha provocado grandes dudas sobre su efectividad. Hasta el momento más de una veintena de gobiernos han firmado un acuerdo bilateral con Washington en el que se comprometen a no entregar a la CPI ciudadanos estadounidenses llegado el caso. Hasta ahora se han recibido más de 200 denuncias en forma de carta, correo electrónico o fax, entre las que hay algunas muy graves.
La Corte es el primer tribunal con carácter permanente que puede juzgar a criminales de guerra, pero su competencia se reduce a las transgresiones cometidas en Estados Parte o por ciudadanos de los Estados Parte, desde el 1 de julio pasado, ya que no tiene efectos retroactivos. En esa fecha entró en vigor el Estatuto de Roma, sesenta días después de que sesenta países, entre los que se encuentra España, lo ratificaran, aunque a la fecha son ya 89 los gobiernos que lo respaldan. En la ceremonia no estará presente el Fiscal debido a que no se ha presentado ningún candidato oficial, aunque fuentes de la CPI reconocen que se está llevando a cabo una gran actividad diplomática entre bastidores para llegar a un consenso entre Estados.