LD (Agencias) La Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco) y la Federación de Empresarios Privados dieron su total respaldo a la posición adoptada por el Gobierno y pidieron cárcel para los que lideran las protestas en el país. Las dos organizaciones empresariales más poderosas del país dieron a conocer su posición al ministro de Agricultura, Guido Añez, que se reunió con la patronal boliviana en busca de apoyo para el presidente Sánchez de Lozada. "Vemos que el decreto 27.210 (que suspende la iniciativa gubernamental) no solucionará mucho el problema, ya que sólo deja en espera la exportación del gas. El problema ya no es sólo el gas, sino que se trata de una revolución, llevada adelante por gente que quiere destruir el país, encabezada por Evo Morales (líder cocalero) y Felipe Quispe (líder de los indígenas aymaras)", manifestó el presidente de la Cainco, Zvonko Matkovic.
El secretario general de la COB, Luis Choquetilla, emplazó en una rueda de prensa celebrada en Cochabamba, centro del país, al bloqueo de las rutas de este departamento, punto estratégico para las comunicaciones con el este del país, y donde la virulencia de los enfrentamientos entre grupos sociales y la Policía se ha incrementado. "Declaramos la huelga general indefinida y el bloqueo total de todos los caminos y calles del departamento de Cochabamba para que este Gobierno se vaya y renuncie Sánchez de Lozada". Aseguró que la llamada es extensiva al pueblo de Bolivia y a todas las "organizaciones vivas del departamento" para que salgan en defensa de "nuestro recursos". Las movilizaciones de cocaleros en la tropical región del Chapare se zanjaron con tres soldados heridos de consideración por el estallido de un artefacto explosivo, según informaron medios locales.
La jornada de relativa calma que viven las ciudades bolivianas tras varios días de convulsión, sirvió al Gobierno para convocar nuevamente a los sectores alzados a sentarse a la mesa de negociaciones, aunque las protestas empezaron a manifestarse en otras regiones del país. Varios grupos se manifestaron sin que se registraran incidentes violentos. En la ciudad de El Alto, donde se encuentra el aeropuerto internacional, muchas calles están cubiertas de piedras, troncos, vidrios y otros objetos que impiden el tráfico, aunque fue la huelga del transporte público y la falta de combustible las que aumentaron los efectos económicos ciudadanos de las protestas. En La Paz, sede del Gobierno, algunos grupos insistieron en bloquear vías de circulación pero la mayoría se inclinó por una pausa, en parte para velar al medio centenar de muertos en los enfrentamientos registrados el domingo y lunes pasados en ambas ciudades.
En cambio, en los distritos de Cochabamba, Oruro, Potosí, Sucre y de Santa Cruz hubo manifestaciones y enfrentamientos con la Policía. En Cochabamba, en el centro del territorio, los campesinos productores de coca de la zona del Chapare bloquearon esporádicamente la carretera troncal que conecta al trópico con el occidente del país pero las tropas del Ejército actuaron para dispersar a los revoltosos. En una de esas acciones, una bomba de fabricación casera camuflada entre troncos explotó e hirió a tres soldados, uno de los que cuales perdió la mano derecha.
En la ciudad de Sucre, capital oficial de Bolivia, los conductores en huelga desde el lunes pasado realizaron una ruidosa manifestación para respaldar el pedido de los sindicatos para que el presidente del país, Gonzalo Sánchez de Lozada renuncie al cargo. Los manifestantes fueron dispersados por la Policía cuando un grupo de estudiantes de la Universidad local atacó e intentó quemar el edificio de la Prefectura (gobernación) regional. En el distrito de Santa Cruz, los agricultores de la zona de San Julián, en la ruta hacia el norte, siguen hostigando a la policía con un bloqueo que se inició el lunes pasado.
El secretario general de la COB, Luis Choquetilla, emplazó en una rueda de prensa celebrada en Cochabamba, centro del país, al bloqueo de las rutas de este departamento, punto estratégico para las comunicaciones con el este del país, y donde la virulencia de los enfrentamientos entre grupos sociales y la Policía se ha incrementado. "Declaramos la huelga general indefinida y el bloqueo total de todos los caminos y calles del departamento de Cochabamba para que este Gobierno se vaya y renuncie Sánchez de Lozada". Aseguró que la llamada es extensiva al pueblo de Bolivia y a todas las "organizaciones vivas del departamento" para que salgan en defensa de "nuestro recursos". Las movilizaciones de cocaleros en la tropical región del Chapare se zanjaron con tres soldados heridos de consideración por el estallido de un artefacto explosivo, según informaron medios locales.
La jornada de relativa calma que viven las ciudades bolivianas tras varios días de convulsión, sirvió al Gobierno para convocar nuevamente a los sectores alzados a sentarse a la mesa de negociaciones, aunque las protestas empezaron a manifestarse en otras regiones del país. Varios grupos se manifestaron sin que se registraran incidentes violentos. En la ciudad de El Alto, donde se encuentra el aeropuerto internacional, muchas calles están cubiertas de piedras, troncos, vidrios y otros objetos que impiden el tráfico, aunque fue la huelga del transporte público y la falta de combustible las que aumentaron los efectos económicos ciudadanos de las protestas. En La Paz, sede del Gobierno, algunos grupos insistieron en bloquear vías de circulación pero la mayoría se inclinó por una pausa, en parte para velar al medio centenar de muertos en los enfrentamientos registrados el domingo y lunes pasados en ambas ciudades.
En cambio, en los distritos de Cochabamba, Oruro, Potosí, Sucre y de Santa Cruz hubo manifestaciones y enfrentamientos con la Policía. En Cochabamba, en el centro del territorio, los campesinos productores de coca de la zona del Chapare bloquearon esporádicamente la carretera troncal que conecta al trópico con el occidente del país pero las tropas del Ejército actuaron para dispersar a los revoltosos. En una de esas acciones, una bomba de fabricación casera camuflada entre troncos explotó e hirió a tres soldados, uno de los que cuales perdió la mano derecha.
En la ciudad de Sucre, capital oficial de Bolivia, los conductores en huelga desde el lunes pasado realizaron una ruidosa manifestación para respaldar el pedido de los sindicatos para que el presidente del país, Gonzalo Sánchez de Lozada renuncie al cargo. Los manifestantes fueron dispersados por la Policía cuando un grupo de estudiantes de la Universidad local atacó e intentó quemar el edificio de la Prefectura (gobernación) regional. En el distrito de Santa Cruz, los agricultores de la zona de San Julián, en la ruta hacia el norte, siguen hostigando a la policía con un bloqueo que se inició el lunes pasado.