L D (EFE) Por el momento ya hay un país, Francia, que se opone, y no es descabellado pensar que la situación se repita este miércoles en Holanda. En este país, los pronósticos son parecidos a los que había en Francia antes del referéndum, y el último sondeo tras el rechazo francés apunta una subida del "no" hasta el 59 por ciento.
Si se produce el rechazo de Holanda, al igual que Francia país fundador de la UE, y, a pesar de ello, se sigue adelante con el proceso de ratificaciones, la siguiente consulta popular será la de Luxemburgo, el 10 de julio. En este país el referéndum será de carácter consultivo ya que posteriormente la Constitución deberá ser ratificada por el Parlamento, que sin embargo ya ha anunciado su intención de "respetar la voluntad de los electores".
Mientras que en Luxemburgo y en Polonia, donde la consulta popular se celebrará probablemente el 25 de septiembre, no se esperan problemas para la ratificación del texto, sí son previsibles en Dinamarca, donde el referéndum tendrá lugar dos días después, el 27 de septiembre. Dinamarca fue el último obstáculo, salvado "in extremis", que permitió la entrada en vigor del Tratado de Maastricht, aceptado por sus ciudadanos sólo después de recibir varias concesiones, entre ellas, la no obligación de participar en la moneda única, lo mismo que se había concedido al Reino Unido. Además, en recientes encuestas realizadas por la Comisión Europea, sólo un 26 por ciento de los ciudadanos daneses expresaron su respaldo al Tratado, mientras que en la República Checa la Constitución tenía un apoyo del 20 por ciento y en el Reino Unido del 30 por ciento.
De ahí la importancia de que los checos y los británicos se expresen o no en referéndum, decisión aún no adoptada por sus Gobiernos, que tampoco la descartan. El primer ministro británico, Tony Blair, dijo este lunes que es prematuro en este momento decidir si el Reino Unido celebrará finalmente la consulta, ya que aseguró no querer adelantarse a la de Holanda y a la reunión del Consejo Europeo del 16 y 17 de junio. La República Checa es el único país de la UE que aún no ha decidido su procedimiento de ratificación del Tratado, si bien el Ejecutivo de coalición de centro izquierda ha indicado que dará prioridad a la convocatoria de un referéndum.
Otras consultas, menos problemáticas a priori, serán las de Portugal, probablemente para el 2 ó el 9 de octubre, en Irlanda, para 2006, aunque no hay que olvidar que en este país hubo que celebrar dos referendos para conseguir la aprobación del Tratado de Niza. La República Checa aún no ha decidido formalmente si llama o no a las urnas, aunque el Gobierno se inclina por ello y quiere hacerlo hacia junio de 2006, mientras que la oposición prefiere que se celebre antes del fin de 2005. Otros siete países ratificarán el Tratado a través de sus parlamentos (Bélgica, Chipre, Estonia, Letonia, Finlandia, Malta y Suecia) y nueve ya lo han hecho: Lituania, Hungría, Eslovenia, Italia, Grecia, España, Eslovaquia, Austria y Alemania.
Según lo establecido en la propia Constitución, ésta debe ser ratificada por los 25 Estados miembros, cuyos jefes de Estado y de Gobierno ya la han firmado y se han comprometido políticamente a "proseguir el proceso" hasta su culminación, explicó este lunes un portavoz de la Comisión Europea. Sin embargo, la declaración número 30 del texto señala que "si transcurrido un plazo de dos años desde la firma del Tratado por el que se establece una Constitución para Europa, las cuatro quintas partes de los Estados miembros lo han ratificado y uno o varios Estados miembros han encontrado dificultades para proceder a dicha ratificación, el Consejo Europeo examinará la cuestión
Si se produce el rechazo de Holanda, al igual que Francia país fundador de la UE, y, a pesar de ello, se sigue adelante con el proceso de ratificaciones, la siguiente consulta popular será la de Luxemburgo, el 10 de julio. En este país el referéndum será de carácter consultivo ya que posteriormente la Constitución deberá ser ratificada por el Parlamento, que sin embargo ya ha anunciado su intención de "respetar la voluntad de los electores".
Mientras que en Luxemburgo y en Polonia, donde la consulta popular se celebrará probablemente el 25 de septiembre, no se esperan problemas para la ratificación del texto, sí son previsibles en Dinamarca, donde el referéndum tendrá lugar dos días después, el 27 de septiembre. Dinamarca fue el último obstáculo, salvado "in extremis", que permitió la entrada en vigor del Tratado de Maastricht, aceptado por sus ciudadanos sólo después de recibir varias concesiones, entre ellas, la no obligación de participar en la moneda única, lo mismo que se había concedido al Reino Unido. Además, en recientes encuestas realizadas por la Comisión Europea, sólo un 26 por ciento de los ciudadanos daneses expresaron su respaldo al Tratado, mientras que en la República Checa la Constitución tenía un apoyo del 20 por ciento y en el Reino Unido del 30 por ciento.
De ahí la importancia de que los checos y los británicos se expresen o no en referéndum, decisión aún no adoptada por sus Gobiernos, que tampoco la descartan. El primer ministro británico, Tony Blair, dijo este lunes que es prematuro en este momento decidir si el Reino Unido celebrará finalmente la consulta, ya que aseguró no querer adelantarse a la de Holanda y a la reunión del Consejo Europeo del 16 y 17 de junio. La República Checa es el único país de la UE que aún no ha decidido su procedimiento de ratificación del Tratado, si bien el Ejecutivo de coalición de centro izquierda ha indicado que dará prioridad a la convocatoria de un referéndum.
Otras consultas, menos problemáticas a priori, serán las de Portugal, probablemente para el 2 ó el 9 de octubre, en Irlanda, para 2006, aunque no hay que olvidar que en este país hubo que celebrar dos referendos para conseguir la aprobación del Tratado de Niza. La República Checa aún no ha decidido formalmente si llama o no a las urnas, aunque el Gobierno se inclina por ello y quiere hacerlo hacia junio de 2006, mientras que la oposición prefiere que se celebre antes del fin de 2005. Otros siete países ratificarán el Tratado a través de sus parlamentos (Bélgica, Chipre, Estonia, Letonia, Finlandia, Malta y Suecia) y nueve ya lo han hecho: Lituania, Hungría, Eslovenia, Italia, Grecia, España, Eslovaquia, Austria y Alemania.
Según lo establecido en la propia Constitución, ésta debe ser ratificada por los 25 Estados miembros, cuyos jefes de Estado y de Gobierno ya la han firmado y se han comprometido políticamente a "proseguir el proceso" hasta su culminación, explicó este lunes un portavoz de la Comisión Europea. Sin embargo, la declaración número 30 del texto señala que "si transcurrido un plazo de dos años desde la firma del Tratado por el que se establece una Constitución para Europa, las cuatro quintas partes de los Estados miembros lo han ratificado y uno o varios Estados miembros han encontrado dificultades para proceder a dicha ratificación, el Consejo Europeo examinará la cuestión