L D (EFE) Alfredo Avella, presidente del CNE, dijo que la directiva que encabeza debió ser reemplazada a mediados de enero, ya que la Ley Orgánica del Sufragio, aprobada el 18 de noviembre de 2002, fijó un plazo de cincuenta días para efectuar el cambio. El pasado cuatro de agosto, el Supremo se atribuyó la responsabilidad de nombrar una directiva provisional antes del 25 de agosto, en vista de que la Asamblea Nacional, que es la facultada por la Constitución para hacerlo, no había logrado elegirla en los plazos establecidos.
Tras la reunión con los magistrados, Avella dio por sentado que serán sus sucesores quienes se enfrentarán a la tarea de organizar una consulta sobre la continuidad del mandato del presidente Hugo Chávez, siempre que la oposición cumpla con los requisitos que marca la Constitución para su convocatoria.
La coalición opositora Coordinadora Democrática entregará el próximo miércoles al CNE las firmas, que recogió el pasado 2 de febrero, como respaldo a su solicitud de celebración del referéndum. El diputado oficialista Nicolás Maduro reiteró que esas firmas no son válidas, porque muchas fueron falsificadas y porque todas se recogieron extemporáneamente.
El Tribunal Supremo advirtió el pasado 14 de agosto que le corresponderá a la directiva del CNE determinar la autenticidad de las firmas y su validez para utilizarlas en una consulta contra Chávez. El referéndum revocatorio es un mecanismo constitucional para interrumpir el mandato de cualquier gobernante electo, que puede activarse cuando éste llega a la mitad de su periodo de gobierno, que en el caso de Chávez se cumple este martes 19 de agosto.
El líder opositor, Henrique Salas, consideró el pasado viernes que es "muy probable" que el CNE rechace las firmas que la coalición opositora Coordinadora Democrática planea entregar el 20 de agosto para solicitar el referéndum. El ex magistrado del TSJ Carlos Escarrá opinó que los lapsos para la celebración del referéndum revocatorio deben comenzar después de que preste juramento el nuevo CNE. Escarrá coincidió con algunos portavoces del gobierno en que los pasos que deben darse para cumplir los requisitos legales hacen difícil que el referéndum pueda convocarse durante el presente año.
El Supremo, que comenzó las consultas inmediatamente después de emitir la resolución del 4 de agosto, ha pulsado la opinión de los principales sectores de la sociedad venezolana sobre la pertinencia de su intervención y sobre quiénes serían los cinco titulares y diez suplentes del nuevo CNE. El 6 de agosto, la directiva del Parlamento rechazó la posibilidad de que el Supremo "invada" competencias que le son "exclusivas" para nombrar al CNE.
Tras la reunión con los magistrados, Avella dio por sentado que serán sus sucesores quienes se enfrentarán a la tarea de organizar una consulta sobre la continuidad del mandato del presidente Hugo Chávez, siempre que la oposición cumpla con los requisitos que marca la Constitución para su convocatoria.
La coalición opositora Coordinadora Democrática entregará el próximo miércoles al CNE las firmas, que recogió el pasado 2 de febrero, como respaldo a su solicitud de celebración del referéndum. El diputado oficialista Nicolás Maduro reiteró que esas firmas no son válidas, porque muchas fueron falsificadas y porque todas se recogieron extemporáneamente.
El Tribunal Supremo advirtió el pasado 14 de agosto que le corresponderá a la directiva del CNE determinar la autenticidad de las firmas y su validez para utilizarlas en una consulta contra Chávez. El referéndum revocatorio es un mecanismo constitucional para interrumpir el mandato de cualquier gobernante electo, que puede activarse cuando éste llega a la mitad de su periodo de gobierno, que en el caso de Chávez se cumple este martes 19 de agosto.
El líder opositor, Henrique Salas, consideró el pasado viernes que es "muy probable" que el CNE rechace las firmas que la coalición opositora Coordinadora Democrática planea entregar el 20 de agosto para solicitar el referéndum. El ex magistrado del TSJ Carlos Escarrá opinó que los lapsos para la celebración del referéndum revocatorio deben comenzar después de que preste juramento el nuevo CNE. Escarrá coincidió con algunos portavoces del gobierno en que los pasos que deben darse para cumplir los requisitos legales hacen difícil que el referéndum pueda convocarse durante el presente año.
El Supremo, que comenzó las consultas inmediatamente después de emitir la resolución del 4 de agosto, ha pulsado la opinión de los principales sectores de la sociedad venezolana sobre la pertinencia de su intervención y sobre quiénes serían los cinco titulares y diez suplentes del nuevo CNE. El 6 de agosto, la directiva del Parlamento rechazó la posibilidad de que el Supremo "invada" competencias que le son "exclusivas" para nombrar al CNE.