L D (EFE) La exigencia fue expuesta a los diputados recién elegidos a la Duma por el director adjunto del FSB, Viacheslav Ushakov, quien también sugirió la necesidad de suprimir la moratoria para la pena de muerte, adoptada por Rusia tras su entrada en el Consejo de Europa.
Ushakov destacó que Estados Unidos, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, aprobó una ley que concede a los servicios secretos "unos derechos sin precedentes por su dureza" en la lucha contra el terrorismo.
"Por lo visto, ha llegado la hora de que nos planteemos lo mismo", declaró el funcionario, quien vaticinó un incremento de los atentados terroristas en Rusia, en particular "en el transporte y en las instalaciones atómicas y energéticas". Explicó que la seguridad del Estado requiere que la Duma adopte "leyes que permitan prevenir los atentados y detectar organizaciones terroristas en la etapa inicial de su actividad".
Tampoco faltaron versiones conspirativas que atribuyeron el atentado al propio FSB, supuestamente para atemorizar a la sociedad y arrancar apoyos a la política de "mano dura" de cara a los comicios de marzo próximo, en los que busca renovar su mandato el ex jefe de ese servicio secreto y actual presidente ruso, Vladímir Putin. El propio Putin responsabilizó de la ola de atentados al mando de la guerrilla separatista chechena y reafirmó su apuesta por la política de fuerza en la república separatista al subrayar que "Rusia no negocia con terroristas, los aniquila".
Ushakov apoyó la tesis del Kremlin sobre Chechenia como un eslabón del "terrorismo internacional". El discurso de Ushakov es el primero de un ciclo de conferencias que el Kremlin ha organizado para los más de 230 diputados recién elegidos a la Duma, donde el "partido del poder", Rusia Unida, posee más de dos tercios del total de 450 escaños.