Los medios navales y marítimos enviados por el Gobierno Zapatero a la guerra de Libia siguen cumpliendo fases. Si hasta ahora sólo estaban realizando trabajo en la zona los medios destinados a la exclusión aérea –los 4 cazas F18 y el cisterna Boeing 707–, y los destinados a la operación de bloqueo marítimo estaban todavía llegando a la zona de conflicto, esta situación ha cambiado en las últimas horas.
El submarino S74 Tramontana y la fragata F104 Méndez Nuñez iniciaron este viernes su patrullas por las costas de Libia, en unas zonas que no han sido desveladas, por motivos de seguridad, y donde tienen como misión impedir que el Gobierno de Muamar el Gadafi puede recibir armamento bélico a través de la costa.
El anuncio lo hizo la ministra de Defensa, Carmen Chacón, durante el acto de ceremonia en el que se entregó la bandera de combate al Buque de Aprovisionamiento de Combate (BAC) Cantabria, en el que obvió que lo de Libia es una guerra y dejó entrever que los medios españoles están de labor humanitaria.
"Estamos cumpliendo el mandato de Naciones Unidas: protegemos a la población civil y evitamos que el régimen de Gadafi disponga de más medios para seguir cometiendo atrocidades contra los ciudadanos de ese país", dijo. Tras esto, resaltó que España fue el país de la coalición que desplegó sus medios con mayor rapidez de todos cuantos participan en la operación internacional, tal y como reconoció el jueves el Comité Militar de la OTAN.
Ayer jueves llegó hasta la base aérea de Decimomannu, al sur de la isla italiana de Cerdeña, el único de los medios destinados por España del que todavía no hay informaciones que confirmen que haya entrado en acción. Se trata del avión de reconocimiento marítimo Casa CN-235, que según el propio ministerio de Defensa podría comenzar a actuar en cualquier momento.