LD (EFE) Según el "número dos" del Sinn Fein, Martin McGuinness, ha declarado que el IRA tiene intención de mantener la tregua decretada en 1997 y continúa comprometido con el proceso de paz en Irlanda del Norte. Por ello, descartó que la banda terrorista vaya a lanzar atentados contra las fuerzas de seguridad en el Ulster.
En sus declaraciones a la BBC, McGuinness indicó que la decisión del IRA "es consecuencia directa de la retrógrada posición de los dos Gobiernos y de sus políticas de confrontación. Creo que han caído en la política estéril de culpar (al IRA y al Sinn Fein) sin tener en cuenta las consecuencias".
En opinión de McGuinness, quien continúa negando la implicación de IRA o de su partido en el robo, los Gobiernos británico e irlandés han destruido "todo el trabajo efectuado para persuadir al IRA de que aplicase iniciativas sin precedentes".
Por su parte, Bertie Ahern, primer ministro irlandés pidió a las partes implicadas un esfuerzo para tratar de abordar conjuntamente las cuestiones aún pendientes en el histórico acuerdo de paz del Viernes Santo (1998).
Ahern ha declarado que "no veo la declaración del IRA como algo negativo. Están expresando lo que es un hecho, que las negociaciones se han roto. Todas las propuestas se han retirado de la mesa y eso es normal en cualquier negociación". Según Ahern, el principal objetivo de los Gobiernos británico e irlandés es conseguir el fin de las actividades criminales y paramilitares del IRA y resolver el asunto del desarme.
El IRA anunció este miércoles que abandona el programa de desarme propuesto por los Gobiernos británico e irlandés tras la firma del histórico acuerdo del Viernes Santo (1998). La organización terrorista explicó en un comunicado que su decisión es consecuencia de la falta de compromiso de Londres y Dublín con el proceso de paz y su posición respecto al robo de más de cerca de cuarenta millones de euros cometido en una sucursal del Northern Bank, de Belfast, el pasado diciembre.
El IRA anunció este miércoles que abandona el programa de desarme propuesto por los Gobiernos británico e irlandés tras la firma del histórico acuerdo del Viernes Santo (1998). La organización terrorista explicó en un comunicado que su decisión es consecuencia de la falta de compromiso de Londres y Dublín con el proceso de paz y su posición respecto al robo de más de cerca de cuarenta millones de euros cometido en una sucursal del Northern Bank, de Belfast, el pasado diciembre.