L D (EFE) Comparado con el debate que celebró el Senado hace dos años sobre la misma propuesta, los republicanos han perdido posiciones, ya que hoy tuvieron un voto a favor menos que entonces, cuando el resultado fue de 50 a 48.
Esta vez, el senador republicano por Nuevo Hampshire Judd Gregg votó en contra de la enmienda después de que en el 2004 lo hubiese hecho a favor. Además, la ausencia de un legislador, que estaba de viaje con el presidente Bush, restó otro más que probable apoyo a la enmienda.
Pese a todo, algunos republicanos parecen darse por satisfechos con su intención última en esta enmienda, que, según los analistas, era galvanizar al electorado conservador con vistas a las elecciones de noviembre próximo, cuando se renueva parte del Congreso. "Estamos construyendo votos. Eso es lo que hace falta a menudo a lo largo de los años para alcanzar una mayoría de dos tercios", dijo el senador republicano por Luisiana David Vitter para resumir el sentir de muchos legisladores que votaron a favor de la enmienda.
Para que una reforma constitucional entre en vigor necesita el apoyo de los dos tercios del Senado y de la Cámara de Representantes, además de tener que ser ratificada por al menos 38 de los 50 estados.
Esta vez, el senador republicano por Nuevo Hampshire Judd Gregg votó en contra de la enmienda después de que en el 2004 lo hubiese hecho a favor. Además, la ausencia de un legislador, que estaba de viaje con el presidente Bush, restó otro más que probable apoyo a la enmienda.
Pese a todo, algunos republicanos parecen darse por satisfechos con su intención última en esta enmienda, que, según los analistas, era galvanizar al electorado conservador con vistas a las elecciones de noviembre próximo, cuando se renueva parte del Congreso. "Estamos construyendo votos. Eso es lo que hace falta a menudo a lo largo de los años para alcanzar una mayoría de dos tercios", dijo el senador republicano por Luisiana David Vitter para resumir el sentir de muchos legisladores que votaron a favor de la enmienda.
Para que una reforma constitucional entre en vigor necesita el apoyo de los dos tercios del Senado y de la Cámara de Representantes, además de tener que ser ratificada por al menos 38 de los 50 estados.
Nada más conocerse el resultado de la votación, el líder de la mayoría en la Cámara de Representantes, John Boehner (Ohio), anunció su intención de llevar la enmienda a votación en esta instancia el próximo mes. "Este es un asunto de gran importancia para muchos estadounidenses. Tenemos un número significativo de congresistas que quieran votar sobre ello, así que celebraremos esa votación", dijo Boehner.
Durante el debate en el Senado se han escuchado palabras muy duras contra los jueces estadounidenses, sobre todo contra los considerados "activistas" que, según algunos legisladores republicanos, manejan las leyes a su antojo. Por lo tanto, como argumentó en su intervención Jon Kyl (Arizona), "para que los jueces no puedan interpretar la Constitución como les dé la gana, habrá que modificarla". El senador demócrata Patrick Leahy indicó en un comunicado que este debate tan sólo pretende dividir a la sociedad y que los ciudadanos olviden "los problemas que los asedian, desde los precios disparados de la gasolina y la sanidad a la seguridad nacional o las políticas fiscales".
Desde que en 1789 se aprobó la Constitución de EEUU, tan sólo se han introducido 27 enmiendas, la última en 1992, sobre el salario de los congresistas. Actualmente sólo el estado de Massachusetts permite las bodas entre homosexuales, mientras que los de Vermont y Connecticut celebran uniones civiles y otros más ofrecen algún reconocimiento de la unión entre personas del mismo sexo.