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El Rey elogia a China por su "espectacular dinamismo comercial" en los últimos veinticinco años

El Rey Juan Carlos destacó este lunes la fuerte expansión económica y el "espectacular dinamismo comercial" de China durante los últimos 25 años, con motivo de la cena de gala que ofreció junto a la Reina Sofía en el Palacio Real al presidente chino, Hu Jintao, y su esposa. Dijo de China que es un país amigo que causa admiración por "su civilización milenaria, su probado ingenio, su reconocida laboriosidad y su sorprendente y sostenido ritmo de crecimiento", muestra clara –a su juicio– del dinamismo del pueblo chino.

L D (Europa Press) El monarca expresó a los invitados chinos su más cordial bienvenida a España y señaló que la visita de Estado de Hu tiene una "singular importancia" como símbolo de la "nueva dimensión cualitativa" que España quiere imprimir en las relaciones con China.
 
Don Juan Carlos recordó el afecto que sintió junto a la Reina en las visitas de Estado que realizaron a la República Popular China en 1978 y en 1995. Posteriormente, la Reina y el Príncipe de Asturias tuvieron la oportunidad de realizar sendas visitas a este país. "Quiero agradeceros la cálida acogida que siempre nos habéis dispensado", prosiguió.
 
El Rey subrayó que los españoles siguen con especial interés las "importantes transformaciones y proyectos" que China está impulsando en numerosos ámbitos. "Vuestro país lleva más de un cuarto de siglo inmerso en un proceso de fuerte expansión económica y apertura al exterior. En el contexto internacional, se ha convertido en un actor político y económico decisivo, y constituye un factor de referencia global de primera magnitud", constató.
 
A continuación, se refirió al proceso de reformas que China está llevando a cabo. "Seguimos con especial interés cuantos esfuerzos se dirigen a que el crecimiento económico y el espectacular dinamismo comercial vayan acompañados de la prioridad que vuestro Gobierno otorga a las necesidades de los ciudadanos, en particular, de las personas menos favorecidas", manifestó. Asimismo, afirmó contemplar con gran ilusión la próxima celebración de los Juegos Olímpicos en Pekín en el verano de 2008 y la posterior Exposición Universal de Shanghai, dos eventos que permitirán mostrar al mundo "la hospitalidad y capacidad de organización del pueblo chino, sus progresos y proyectos". Por ello, adelantó que el pueblo español desea el "mayor éxito" en su preparación y desarrollo.
 
En su opinión, es mucho lo que China y España pueden aportar al objetivo común de un mundo más justo, solidario y próspero. "Nuestras sociedades son conscientes de los retos y peligros que amenazan la convivencia y la paz. El terrorismo, la proliferación de armas de destrucción masiva, el deterioro del medio ambiente, requieren una respuesta decidida y solidaria", hizo hincapié.
 
Don Juan Carlos subrayó que España y China "no deben escatimar esfuerzos para afrontar con tenacidad la tarea urgente y crucial de lograr una comunidad internacional más justa y más próspera a través de las Naciones Unidas", organización que representa "el más sustantivo instrumento multilateral de la sociedad internacional", y con el fin de alcanzar los Objetivos del Milenio.
 
El jefe del Estado constató la "positiva evolución" y las prometedoras perspectivas de las relaciones bilaterales chino-españolas ya que atraviesan un "excelente momento", con una tónica de expansión sin precedentes en múltiples campos. Fruto de ello ha sido la firma hoy en el Palacio de la Moncloa del acuerdo para una Asociación Estratégica Integral. "Nuestras relaciones económicas registran importantes cifras, realidades y proyectos, incluida la cooperación en materia de formación en el marco de la Escuela Internacional China- Europa de Negocios de Shanghai. Son, sin embargo, muchos los esfuerzos que aún podemos y debemos desplegar para aprovechar el enorme potencial de crecimiento que ofrecen y situarlas al nivel que merecen", consideró.
 
En el terreno cultural, el Rey señaló que las sociedades china y española muestran, asimismo, un "creciente interés recíproco" por conocer sus respectivas lenguas y culturas, mientras se incrementa la intensidad de los enlaces aéreos entre los dos países. "Todos estos hechos constituyen signos alentadores, que se traducirán en una potenciación de los intercambios y un mejor conocimiento mutuo. Confiamos en que una próxima apertura de un centro del Instituto Cervantes en Pekín sirva para reforzar los vínculos entre nuestras sociedades, en particular, entre los más jóvenes", añadió.
 
Asimismo, tuvo ocasión de referirse a la conmemoración en 2003 del treinta aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre la República Popular China y España. "La relativa juventud de estas relaciones no debe ocultarnos la existencia de vínculos anteriores", puntualizó. En este sentido, recordó que durante la época de la Ruta de la Seda marítima, el mundo musulmán hispano fue puente de difusión de la civilización china en Europa. "El papel, la seda, el arroz, la mandarina, el limón, la pólvora, entraron a Europa a través de España. Durante las dinastías Song y Yuan, nos llegaron otras valiosas aportaciones de Vuestro país como las técnicas navieras, el barco de varios mástiles o la brújula", destacó.
 
Su Majestad afirmó que China siempre ha estado presente en el imaginario español. Así, Miguel de Cervantes, en la dedicatoria al Conde de Lemos que incluye la segunda parte de su obra universal, se refiere a un "enorme interés" del emperador de la China por la historia de Don Quijote. "De forma ininterrumpida hasta nuestros días China es fuente de inspiración de artistas, pintores, novelistas y poetas españoles. Federico García Lorca así lo sintió cuando escribió la "Canción china en Europa", dedicada a su ahijada Isabel Clara", concluyó.
 
Por otro lado, se produjeron las mismas concentraciones que se han desarrollado durante la visita de Hu Jintao a España. Así, una veintena de seguidores del movimiento Falun Gong desplegaron sus pancartas delante del Palacio Real y a unos metros de ellos medio centenar de simpatizantes del régimen enarbolaron las banderas de China y eslóganes a favor del Gobierno de Beijing.

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