L D (EFE) Alemania, Francia y Gran Bretaña habían negociado en las últimas semanas con Irán un paquete de incentivos económicos y tecnológicos a cambio de una suspensión plena del enriquecimiento de uranio, material para fabricar armas nucleares.
La última resolución de la Junta de Gobernadores de la AIEA pedía que se redactara un informe general sobre el proceso de inspección desde septiembre de 2002, e instaba a Irán a aclarar todas las dudas persistentes.
Ese informe se espera para este lunes e incluirá la respuesta positiva de Irán, con lo que Teherán evitaría ser denunciada ante el Consejo de Seguridad de la ONU, que tiene los poderes para dictar sanciones.
EEUU acusa a Irán de trabajar en un programa nuclear secreto
El enriquecimiento de uranio se ha convertido en el centro de la disputa entre Irán y la comunidad internacional sobre el controvertido programa nuclear del país persa. El Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP) les permite a todos los países firmantes (también a Irán) el acceso a esa tecnología, aunque bajo supervisión de la AIEA.
Irán acordó con la UE una primera suspensión voluntaria del enriquecimiento en 2003, pero violó ese compromiso en protesta por varias resoluciones de la Agencia que fueron muy críticas con Teherán. Irán anunció en verano de este año que había abierto material precintado anteriormente por los inspectores de la AIEA y que iba a seguir adelante con el programa de uranio.
EEUU y otros países acusan a Irán de estar trabajando en un programa nuclear secreto, algo que Teherán niega, al alegar que todos sus esfuerzos en el campo atómico sólo tienen objetivos civiles como la generación de energía eléctrica. Mientras que Washington ha presionado por una denuncia de Irán ante del Consejo de Seguridad de la ONU, los países europeos han optado por una solución negociada con el régimen iraní.