El régimen de Castro guarda silencio tras la expulsión de catorce de sus diplomáticos de EEUU
El Gobierno cubano mantuvo silencio respecto a la decisión estadounidense de expulsar a 14 diplomáticos de su territorio, lo que ha aumentado la tirantez entre dos vecinos enemistados desde hace más de cuarenta años. Aunque ningún medio oficial de La Habana hizo mención alguna del caso, no se descarta una próxima reacción del Gobierno cubano.
LD (Agencias) EEUU anunció el martes la expulsión de siete diplomáticos cubanos de la representación de la isla ante la ONU, en Nueva York, y de otros siete de la Oficina de Intereses de Cuba en Washington. Todos ellos fueron acusados de realizar actividades "inaceptables que no tienen que ver con sus deberes oficiales", lo que en términos diplomáticos significa espionaje. La expulsión, que se hará efectiva en los próximos diez días, se suma a una cadena de agrias acusaciones verbales intercambiadas entre Cuba y EEUU en las últimas semanas. Además, se produce tras recientes comentarios del secretario de Estado, Colin Powell, en el sentido de que su Gobierno "revisará su política" hacia la isla después de que los tribunales cubanos condenaran a 75 disidentes a penas que oscilan entre 6 y 28 años de cárcel y fueran ejecutados tres secuestradores de una lancha de pasajeros en La Habana.
El Gobierno cubano ha justificado las medidas como una necesidad de "defenderse" de una "agresión de EEUU, a quien culpa de crear y financiar a los grupos de oposición interna, así como de alentar la emigración ilegal. La más reciente escaramuza verbal entre ambos gobiernos tuvo lugar la semana pasada cuando Cuba rechazó "enérgicamente" su inclusión en la lista de países que EEUU considera que apoyan el terrorismo, en la que aparece junto a Irak, Irán, Siria, Libia, Sudán y la República Popular Democrática de Corea.
Cuba consideró como "una nueva agresión de EEUU" el haber sido incluida en esa lista y afirmó que ello se enmarca en la "obsesión" de las autoridades de Washington por destruir la revolución y crear las condiciones para una "posible agresión militar" contra la isla. Además ha insistido en las últimas semanas en acusar a EEUU de incumplir con los acuerdos migratorios vigentes entre ambos países desde 1994 y de estimular la emigración ilegal mediante el secuestro de aeronaves o embarcaciones para provocar una crisis que justificara una "agresión armada". Aunque autoridades de Washington han manifestado que EEUU no se propone una "agresión" contra la isla, las de Cuba no descartan esa posibilidad. Sostienen al respecto que ése es el fin que persigue la "mafia terrorista" de Miami, como denominan al grupo más radical de la comunidad cubana residente en esa ciudad.
Precisamente este martes, las denuncias cubanas subrayaron que "la extrema derecha de EEUU ha arreciado en el último mes los ataques" en su contra, "en medio de la euforia imperial que domina Washington" tras las guerras en Afganistán e Irak. El moderador del programa de la radio y televisión estatales de la isla "Mesa Redonda informativa", Randy Alonso, afirmó que "la extrema derecha estadounidense y la 'mafia terrorista'" están "embriagados de la euforia guerrerista y fascistoide que se respira en la Casa Blanca".
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