El PSOE rechaza una moción del PP para adoptar una posición común a favor de la libertad y la democracia en Cuba
El distinto rasero del PSOE para juzgar a las dictaduras en función de su afinidad ideológica ha quedado al descubierto este martes en el Congreso. Sólo una semana después de la muerte de Pinochet, el Grupo Socialista rechazó una moción del Partido Popular sobre el futuro de Cuba que proponía una posición común española que trabaje por una Cuba "libre, democrática e independiente", tras la muerte del dictador Castro. Pero al PSOE, que en un principio había mostrado su disposición al consenso, le parece una "injerencia política" que en la moción se critique al régimen criminal de Castro, según ha explicado la diputada Fátima Arbuso. En opinión del portavoz de CiU, Durán i Lleida, que también participó en el debate, un Parlamento como el español no debería "escandalizarse" por pedir que haya libertad en Cuba.
L D (Agencias) La votación final de la moción que defendió el diputado del PP, Jorge Moragas, contó con 132 votos a favor –del PP–, 165 en contra –del PSOE y sus socios de izquierda– y 17 abstenciones –de CiU–, de modo que quedó finalmente rechazada.
En su defensa de la moción, Moragas recordó que era consecuencia de una interpelación al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, quien el pasado día 13 subrayó su disposición a consensuar con todos los partidos una posición común "española" sobre Cuba. "Algo extraño ha ocurrido aquí", dijo Moragas, quien aseguró haber realizado un "sincero esfuerzo" por acercar posiciones con el PSOE pero haberse topado con la negativa de los socialistas quienes con su postura "han rectificado al ministro". "Esta moción se conocerá como el 'gatillazo' del ministro, que quería y no podía", dijo Moragas, quien concluyó su intervención con el puño izquierdo en alto y la exclamación "¡viva Cuba libre!".
La nueva portavoz del PSOE en la Comisión de Exteriores del Congreso, Fátima Aburto, intentó disimular el nuevo gesto de simpatía del PSOE a un régimen criminal de Castro, criticando la supuesta falta de voluntad del PP para alcanzar un consenso y advirtió de que su homólogo 'popular', Jorge Moragas, sólo les había ofrecido "consensos trampa"."Nos parecía poder llegar a un consenso pero la moción que presenta es imposible de tratar", indicó a la bancada del PP.
Lo que tanto molestaba a los socialistas es que en la moción se compare la situación del tardo franquismo español, dictadura de derechas, con la del régimen de Castro en estos momentos, dictadura de izquierdas. "La transición española fue una historia de éxito pero no debe ser un ejemplo ahora" para la isla, dijo Aburto. Pese a que dijo que el PSOE también considera a Fidel Castro como un "dictador sin ningún tipo de distinción", dijo que es una "injerencia política" criticar al presidente interino, el hermano del dictador, Raúl Castro, y al grupo de siete miembros de que el dictador estableció tras su enfermedad para llevar el mando del régimen. Incluso no disimuló la simpatía y afinidad ideológica con el sanguinario régimen castrista: "Desde la izquierda siempre trabajaremos para conseguir llegar a una postura que sea útil para Cuba, un país muy querido por nosotros".
Mientras, Josep Antoni Duran Lleida (CiU) subrayó los esfuerzos del PP por lograr un consenso y lamentó que "otros grupos" se negaran a lograrlo. señaló al PSOE como el grupo que había hecho imposible un acuerdo y subrayó que el texto de los populares "en ningún caso puede decirse que sea lo que quiere Estados Unidos". "CiU ha defendido siempre que la política respecto a Cuba no debe ser polémica entre grupos españoles ni motivo de instrumentalización. Lo mejor era un consenso. Nosotros lo hemos intentado y no ha sido posible", aseguró antes de anunciar que su grupo parlamentario se abstendría en la votación. En su opinión, una Cámara como la española no debería "escandalizarse" por pedir que haya libertad en Cuba y elecciones democráticas en el futuro.
Gaspar Llamazares (IU-ICV), gran defensor en España del tirano caribeño, lamentó que la estrategia del PP en esta cuestión es que "la política internacional para Cuba se homogenice con la política internacional para Cuba del Gobierno estadounidense". Por ello, adelantó que no aceptaría "un consenso vicario de la política de intervención de Estados Unidos". "Es una iniciativa frívola y anacrónica cuando los Estados Unidos van en un sentido, ustedes van en otro. Su propuesta es de consenso neocolonial, de consenso para la injerencia y la confrontación", criticó Llamazares.
Previamente, Moragas defendió los puntos de la moción en el Congreso de los Diputados en la que se propuso una posición común española que aboga por una Cuba "libre, democrática e independiente" tras la etapa política de Fidel Castro. Esta iniciativa era fruto de la interpelación urgente del pasado miércoles del PP al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, en la que el diputado 'popular' le ofreció un consenso sobre este punto. "Los delicados momentos que se viven en Cuba suponen una nueva ocasión para que el pueblo español pueda manifestar los especiales lazos de afecto y amistad que le unen al pueblo cubano y sus deseos de libertad, concordia y reconciliación", comenzaba el texto popular.
El principal partido de la oposición estimó que ante el futuro incierto que en estos momentos afronta la isla, resultaba necesario que el Parlamento español transmitiera "un mensaje de unidad" ante la evolución de los acontecimientos y subrayó que este consenso que se ofrece "no supone otra cosa" que recoger el testigo de lo que fue el apoyo de los distintos países europeos cuando en 1975 España atravesó por unos momentos "igualmente difíciles" a los que se viven hoy en la isla caribeña. El PP propuso que la Cámara Baja asumiera que el futuro de Cuba "deben decidirlo todos los cubanos por medio de un diálogo sin exclusiones y sobre la base del respeto a la independencia y soberanía de la nación cubana" y que no sería posible un diálogo abierto entre cubanos "sin la previa liberación de todos los presos políticos y de conciencia".
Asimismo, opinó que el Gobierno español "debe encaminar sus esfuerzos para que el diálogo entre cubanos se traduzca en una política de reformas democráticas que conduzcan al reconocimiento de partidos políticos, asociaciones sindicales y de medios de comunicación libres e independientes". A continuación, se instó al Ejecutivo a transmitir en el diálogo crítico que sostenga con las autoridades cubanas de La Habana que el pueblo español y sus instituciones "expresan su respaldo a que el pueblo cubano emprenda la senda de una transición pacífica a la democracia en Cuba".
El PP pidió que se apoye que la reconciliación y el reencuentro entre todos los cubanos incluya "a aquellos que sufren el exilio y están dispuestos a trabajar pacíficamente por la libertad, la democracia y la concordia entre cubanos". En último término, instó a trasladar a la comunidad internacional y en especial a la Unión Europea esta posición común española. Con ello, estimó la formación que lidera Mariano Rajoy, se contribuiría a construir un consenso cubano "fundamentado en el reconocimiento en su plenitud del pluralismo político" y que a través de unas elecciones mediante "sufragio universal, libre, directo y secreto", conduzcan a una Cuba "libre, democrática e independiente".
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