L D (EFE) El ex coronel de la Policía convertido en el magnate de las industria de las telecomunicaciones, declaró ayer la victoria de su formación, mientras que el líder del Partido Demócrata, Banyat Bantadtan, aceptó la derrota electoral. El gobernante tailandés manifestó que "durante los últimos cuatro años hemos trabajado duro para ellos, y lo han tenido en cuenta, eso es lo que probablemente ha sido mágico para nuestra victoria".
Menos festivo era este lunes el clima en la sede del Partido Demócrata, fuerza política que aspiraba a conseguir los 201 escaños que perseguía para poder presentar mociones de censura al primer ministro. En su editorial el diario "The Nation" señalaba que "el primer ministro se ha convertido sin lugar a duda en el político más poderoso del país, sobrepasa incluso a los militares de la línea dura que gobernaron con mano férrea el país hace varias décadas, en la época oscura de la democracia tailandesa". Todo en una campaña electoral en la que apenas existió debate político y que estuvo marcada por la tradicional y masiva compra de votos, práctica en la que los partidos gastaron unos 260 millones de dólares, según el informe elaborado por la institución académica independiente ABAC.
En las elecciones legislativas celebradas en enero de 2001, el Partido Demócrata se hizo con 128 escaños, mientras que el Thai Rak Thai obtuvo 248, y tras la absorción de varios partidos menores aumentó hasta 320 el numero de asientos parlamentarios bajo su control. El jefe del Partido Demócrata, Banyat Bantadtan, anunció este lunes su renuncia en respuesta a los resultados obtenidos por su grupo político en los comicios legislativos.
Bantadtan declaró en rueda de prensa que, "como líder de la organización, tengo que asumir mi responsabilidad por la derrota, sin dar vueltas al factor que la ha causado". Por su parte, Abhisit Vejjajiva, miembro del comité ejecutivo y considerado por algunos demócratas como el político que podría suceder a Bantadtan, indicó que los resultados obtenidos por el partido en los comicios "reflejan que es necesario realizar cambios y reformar la estrategia".
El gobierno de Shinawatra se ha convertido en el primero de la historia de Tailandia que concluye un mandato avalado por las urnas. En Tailandia, donde desde 1932 ha habido 17 golpes de Estado con éxito, los gobiernos democráticos anteriores han sucumbido a los tanques de los militares o a adelantadas disoluciones del Parlamento, fruto de luchas internas en el seno de la coalición.
Menos festivo era este lunes el clima en la sede del Partido Demócrata, fuerza política que aspiraba a conseguir los 201 escaños que perseguía para poder presentar mociones de censura al primer ministro. En su editorial el diario "The Nation" señalaba que "el primer ministro se ha convertido sin lugar a duda en el político más poderoso del país, sobrepasa incluso a los militares de la línea dura que gobernaron con mano férrea el país hace varias décadas, en la época oscura de la democracia tailandesa". Todo en una campaña electoral en la que apenas existió debate político y que estuvo marcada por la tradicional y masiva compra de votos, práctica en la que los partidos gastaron unos 260 millones de dólares, según el informe elaborado por la institución académica independiente ABAC.
En las elecciones legislativas celebradas en enero de 2001, el Partido Demócrata se hizo con 128 escaños, mientras que el Thai Rak Thai obtuvo 248, y tras la absorción de varios partidos menores aumentó hasta 320 el numero de asientos parlamentarios bajo su control. El jefe del Partido Demócrata, Banyat Bantadtan, anunció este lunes su renuncia en respuesta a los resultados obtenidos por su grupo político en los comicios legislativos.
Bantadtan declaró en rueda de prensa que, "como líder de la organización, tengo que asumir mi responsabilidad por la derrota, sin dar vueltas al factor que la ha causado". Por su parte, Abhisit Vejjajiva, miembro del comité ejecutivo y considerado por algunos demócratas como el político que podría suceder a Bantadtan, indicó que los resultados obtenidos por el partido en los comicios "reflejan que es necesario realizar cambios y reformar la estrategia".
El gobierno de Shinawatra se ha convertido en el primero de la historia de Tailandia que concluye un mandato avalado por las urnas. En Tailandia, donde desde 1932 ha habido 17 golpes de Estado con éxito, los gobiernos democráticos anteriores han sucumbido a los tanques de los militares o a adelantadas disoluciones del Parlamento, fruto de luchas internas en el seno de la coalición.